Inicio Blogs Firma Invitada Rors, un niño en los mundos de Yupi

Rors, un niño en los mundos de Yupi

Compartir

POR PEDRO FERNÁNDEZ

Comienzo aquí mi particular repaso a un equipo que hizo historia y con el que tuve el privilegio de convivir durante una maravillosa semana en Medinah. La lista no tiene orden ni concierto…

Empiezo por Rory McIlroy, pero bien podría haber sido otro. Esto no es más que mi impresión, la huella que me han dejado después de siete días de emoción a flor de piel. Tengo una ventaja. Parto de cero. Prácticamente no conocía a ninguno antes de la Ryder Cup…

Rory McIlroy, o Rors como todos lo conocen, me impactó la primera vez que lo vi. Era como si tuviera delante a mi hermano pequeño, con esa inconfundible cara de chiquillo afectada aún por el acné juvenil. ¿Y este es el Número 1 del mundo? Cuando lo tienes delante no te lo terminas de creer. Otra cosa es cuando sales al campo… ¡Madre mía de mi vida! Cómo puede pegarle de esa manera a la bola. Si parece que se va a romper… Es alucinante.

Miguel Ángel Jiménez hizo de maestro de ceremonias. Me presentó el primer día y desde el principio hubo conexión. Primero le dio un abrazo a Miguel mientras le decía «ven aquí Papi», y enseguida ya me trató como uno más del grupo. Es súper cercano. Estaba todo el día saltando sobre mí, metiéndose conmigo, dándome golpecitos en la espalda, pasándome el brazo por el hombro… Justo lo contrario de lo que puedes esperarte de un Número 1 del mundo en cualquier deporte. Es muy divertido, siempre se está riendo. Es un crack.

Prácticamente no habíamos cruzado ni siete palabras y ya me empezó a hablar de su novia, la tenista Caroline Wozniacki. Como decimos por aquí, se le ve bastante pillado. Me hablaba como un adolescente enamorado y me confesó que le hubiera encantado que estuviera en Medinah. A todo esto, Rory me llega por el codo, así que os podéis imaginar cómo es la estampa cuando está conmigo.

Si hubiera que destacar alguna característica de su personalidad es sin duda el despiste. A nadie le extrañó demasiado que se equivocara de hora el domingo de los individuales y llegara apenas diez minutos antes de empezar. Es súper despistado. Puede salir y entrar del vestuario unas cuarenta veces. Siempre se deja algo. Es un culo inquieto de 23 años que juga al golf de manera extraordinaria, pero que da la sensación de vivir en los mundos de Yupi. Eso sí, para nada va de estrella, para nada. Tiene un puntito de ‘friki’, como decimos por aquí.

Otra cosa que quiero destacar es que antes de conocerlo había leído que su relación con Lee Westwood no era muy buena desde que cambió de agente. Bueno pues nada de eso, al menos por lo que yo vi en Medinah. O todo se exageró un poco en su día o lo han arreglado de maravilla. Yo os diría, incluso, que son íntimos amigos.

Eso sí, como bien sabéis, su ‘brother’ es Graeme McDowell. Son inseparabales. Lo único que no os puedo confirmar es que durmieran juntos, el resto lo hacían siempre el uno con el otro.

SÍGUEME TAMBIÉN TWITTER