Toca irse poniendo a tono. Hace ya más de una semana que empecé con el gimnasio y este lunes, con tres semanas por delante antes de volver a competir, ya he cogido los palos. Regreso en Crans (Omega European Masters), un torneo que siempre tiene sus dificultades para mí, por la altitud y por el regreso a la competición.
Los dos últimos torneos que jugué en Irlanda y Escocia no fueron bien, fallé el corte. Pero tengo que decir, sin que suene a excusa, que fui a Irlanda enfermo y aquellas dos semanas no estuve bien físicamente. Así que lo que tengo de verdad en la cabeza son aquellos buenos resultados del BMW en Alemania y de Valderrama, y sobre todo las buenas sensaciones que tuve en el campo, también por la actitud. Por ahí tengo que retomar el juego y la actividad.
Estoy en paz con el juego. Esto es muy importante para mí. Estos días de trabajo tengo que recuperar esa senda que había cogido de pegar bien a la bola y la verdad es que estoy tranquilo con el juego largo.
Después de Suiza jugaré el Porsche en Alemania la semana siguiente. Y tras una semana de parón afrontaré cuatro seguidas de competición: Wenworth, Alfred Dunhill, Open de España e Italia. Y reconozco que tengo especial interés en el torneo de Wentworth, porque me gusta el campo y creo que puedo hacerlo bien allí.
Creo que es allí, en Wentworth, donde comienza el año Ryder, pero honestamente tengo que decir que yo ese objetivo ni me lo he planteado. Creo que meterse en el equipo europeo es una tarea casi imposible si no estás entre los cincuenta primeros del mundo y yo estoy muy lejos. A ver, siendo claros: de momento, sólo he sacado la nariz del agua, ni siquiera la cabeza entera.
Por eso creo que es mejor ir paso a paso. Por ahora, una vez que ya he salvado la tarjeta para 2020, un buen objetivo puede ser meterme en la Final de Dubai. A ver qué pasa en estas seis semanas de juego, porque ahora mismo estoy el 55º en la Race to Dubai y voy a tener que jugar bien para meterme entre los cincuenta primeros.Final de
Ya os iré contando cómo va todo.
