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Estoy cambiando la forma de analizar mi juego

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¡Buenas a todos!

En esta ocasión pretendo informaros de diferente manera. Hoy toca leer. Como ya habréis podido comprobar he estado un poco alejado de vosotros, básicamente porque he estado descansando, aunque hoy os escriba lamentablemente desde el aeropuerto porque he fallado el corte en el Puerto Rico Open.

Debería empezar por comentaros por encima cómo ha sido este torneo. La verdad es que he jugado bastante bien de tee a green aunque el resultado haya sido insuficiente para hacer el corte. Me ha pasado un poco como le esta pasando a los de primera división en Doral: después de un par de errores, dos dobles bogeys, la vuelta del viernes se puso cuesta arriba. Pero también es verdad que he fallado sólo por un golpe y además pateando regular, así que, como me he propuesto hacer análisis de mis vueltas en los que salga reforzado y olvidar mi mala rutina de analizar todo lo malo, esto es lo que os voy a contar. Aunque haya fallado el corte solo voy a resaltar cosas buenas.

Lo que pretendo explicar es que en estos dos últimos años he intentado mejorar analizando los errores y, a partir de ahí, diseñar entrenamientos en los que prácticamente solo entrenaba las cosas malas que había en mi juego…

ERROOOOORRRR. Han sido dos años en los que he perdido toda la confianza en mi juego y además he sido incapaz de disfrutar de mi trabajo. Sé que es dificil de creer, pero la mayoría de los grandes jugadores de golf disfrutan incluso cuando el resultado dice lo contrario. En mi caso lo único que importaba era el resultado. Me había convertido en un puro resultadista, en una persona que no sabe hacer otra cosa sino pensar en cómo de bueno o de malo era el resultado. Y como comprenderéis ese no es el buen camino para volver a jugar bien y disfrutar de la gran suerte del trabajo que tengo.

Ahora, después de trabajar sólo un poquito con una psicóloga, me he dado cuenta de que ese no es el camino, aunque inconscientemente me empeñe en seguirlo en cuanto bajo la guardia. La verdad es que la mente es algo prodigioso. Para bien o para mal somos capaces de obviar muchas cosas con el simple esfuerzo de procurar pensar en algo diferente, pero hay que estar atentos para llevar a cabo esa labor.

Yo esta semana he sido capaz de hacerlo durante 31 hoyos hasta que se cruzó en mi camino otro doble bogey en el que consideré que tuve muy mala suerte y que ya había aguantado suficiente… Eso de pensar que ya era suficiente fue una decisión mía, pero así van las cosas…

Después de pegar un gran drive al siguiente y hacer birdie en el siguiente par 5 con un hierro 3 al centro de green, viento en contra, me volví a meter en el partido. Eso es lo que pretendo explicaros: estoy en ese momento en el que salta la alarma en cualquier momento.

En fin, para cambiar de tema, el ambiente ha sido genial. Compartiendo esta semana habitación con mi caddie, Raúl Quirós, las cosas han sido menos dolorosas. Además hemos compartido mucho tiempo con antiguos compañeros del circuito europeo como Andrés Romero o Miguel Carballo y he conocido a otro jugador argentino, Fabián Gómez, jugador que juega desde hace años el web.com y el PGATour aquí en America.

También he compartido alguna sesión de gimnasio con mi amigo Rafa Cabrera, aunque no lo recomiendo porque básicamente te hace sentir como un piltrafilla después de ver cómo está de fuerte (por cierto, este comentario le va a subir aún más esa autoestima que tiene, jeje).

Por último, os ruego no comparéis mi calidad a la hora de escribir con el blog de mi contrincante-amiga Alicia, ya que yo no he estudiado periodismo, pero sí la calidad de la información y vivencias que intento transmitir. Y no olvidéis que nuestra ‘guerra’ sigue abierta. Un fuerte abrazo y hasta la próxima.