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Un grado y medio de error

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Lo normal es que mi temporada esté ya en el final porque este es mi último torneo, aquí en Portugal, ya que no entro en las Series finales. Ojalá que ocurriese algo muy bueno esta semana y dentro de unos días estemos hablando de otra cosa, pero soy realista.

Esta semana estoy con Pepín Rivero tratando de buscar un remedio a mis deficiencias con el putt, que me llevan por la calle de la amargura. También he trabajado con Phil Kenyon en el putting green y al menos hemos detectado que la cara de mi putter llegaba a la bola un grado y medio abierta.

Conociendo los síntomas es más sencillo establecer un diagnóstico y poner un tratamiento, así que ya hemos establecido un método de trabajo y forma de patear para que no ocurra y ahora sólo falta que me vaya encontrando más cómodo con ello.

A ver cómo va la semana. En el último torneo que he jugado, el British Masters, no pegué nada mal a la bola, incluso por momentos jugué muy bien de tee a green, pero el putt me está matando.Yo sé perfectamente que hay que tener paciencia y eso es lo que intento, aunque a veces resulta realmente complicado.