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Azahara Muñoz ofrece su versión sobre los Juegos y las polémicas palabras de McIlroy

El British, Rory McIlroy y la falta de respeto

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Hola a todos desde Woburn. Semana de British Open. Un British Open más especial que de costumbre porque sí, porque es un British, pero realmente no lo parece. El recorrido de Woburn, un campazo en toda regla, es un parkland, ni rastro de links. En estos casos, como suele ser habitual, nunca llueve a gusto de todas. Unas lo estarán celebrando con champán, otras andarán tristes. Al final, lo que realmente importa es adaptarte lo mejor posible y sacar el máximo rendimiento a tu juego sea el campo que sea. La única realidad es que las condiciones son las mismas para todas.

Como ya os comenté, el British me llega en un buen momento de juego y confianza. Estoy pateando mucho mejor y eso transmite más seguridad al resto de las parcelas. Tengo muchas ganas de British. Se juega en Europa y eso siempre lo hace más especial. Sé que si controlo la ansiedad por el resultado, si domino las ganas que tengo de hacerlo bien y no intento apuntarme el birdie antes de jugar el hoyo, puede ser una buena semana. Ese es el objetivo y lo voy a intentar con todas mis fuerzas.

La semana de torneo ha empezado con un pequeño contratiempo, aunque por desgracia está en el adn de los golfistas. El viaje ha sido muy pesado, con retrasos, pérdida de conexión y encima los palos no me han llegado hasta hoy. Pero nada va a poder con las ganas de hacer un buen British Open.

Entramos en una fase de la temporada que me encanta, con citas estupendas por delante como el propio British, el Evian, el Open de Francia, el Open de España y, por supuesto los Juegos Olímpicos. En el post de la semana pasada ya os comenté que quería dedicarle a los Juegos unas líneas. Bueno, yo estoy como loca porque lleguen ya. Todo me apetece. Sueño con jugar por España, y mucho más con la rabia que nos ha dado a todas no estar en el International Crown defendiendo título.

Me apetece muchísimo convivir en la Villa Olímpica con otros atletas y estoy deseando pisar ese estadio olímpico en la ceremonia de inauguración. No tengo ninguna duda de que voy a tener la carne de gallina todo el tiempo. Por todo ello, tengo que decir que me dieron mucha rabia las palabras de Rory McIlroy sobre los Juegos. A ver, cada uno es libre de decidir lo que quiera, de jugar o no jugar, de tener miedo al mosquito o de tener otras razones para no acudir. Yo respeto todo. Lo que me pareció fatal fueron sus palabras cuando dijo que no iba a ver el golf por televisión. Puedes hacer lo que quieras, ir o no ir a los Juegos, pero decir eso me pareció una falta de respeto hacia el golf.