Os escribo desde el Evian Championship donde esta semana se juega el quinto y último major del año. Ya sabéis, las chicas somos así y tenemos un grande más que los chicos. Además, es el único major del golf profesional que se disputa en la Europa continental, así que no os lo podéis perder.
Llego con muchas ganas, como siempre. La temporada está siendo muy buena y me encantaría rematarla con unos buenos torneos en este tramo final. El campo es muy bonito porque tiene unas vistas increíbles, pero la verdad es que a mí los cambios que le hicieron no me gustan mucho. Los greenes son complicadísimos y este año está muy duro, así que a ver cómo podemos escapar. Además, hay algunos búnkers de calle situados de tal manera que es casi imposible no caer en ellos aunque pegues una salida muy buena. En cualquier caso, ya sabéis, como digo siempre, esto es lo que hay y es lo mismo para todas. A adaptarse lo mejor posible y punto.
El torneo es fantástico. Nos tratan fenomenal. Se merecía ser un grande y la verdad es que no han bajado la guardia después de ser calificado como tal. Hay que darle la enhorabuena y las gracias a todos los que están implicados en la organización.
Como os decía, llego bien. He trabajado mucho estos días y confío en que salga una buena semana, pero no me considero favorita. Y no porque me esconda, al revés, me encantaría serlo, pero pienso que el cartel de favorita hay que ganárselo y para ello, al menos, hay que ganar un grande. Ojalá pronto pueda ser una de ellas y decirlo a boca llena.
Jugaré el Evian después de dos semanas de vacaciones y, la verdad, la agenda no ha podido estar más apretada, ni cargada de mejores noticias. Los primeros días estuve de vacaciones en Carolina del Sur y no sé si lo sabéis, pero estoy prometida. Me caso a finales del año que viene. Os podéis imaginar la ilusión que me hace. Tanto, como el homenaje que me han dado en mi tierra. Sois geniales. Desde aquí aprovecho para dar las gracias a todos. Entre Marbella y San Pedro de Alcántara han decidido colocar un monolito por cada kilómetro dedicado a un personaje. Son trece y han decidido ponerme a mí en el primero. Me hace muchísima ilusión. Y a mis padres, ni os cuento. Lo más curioso y bonito es que se ve durante el paseo diario que se dan ellos hasta la playa y en el que yo les acompaño cuando estoy en San Pedro. ¡Una maravilla!
Bueno, os dejo, que tengo muchas ganas de hacerlo bien en el Evian y gracias a todos por el apoyo que siempre me dais.
