Inicio Blogs Azahara Muñoz Una nota en el espejo
Ocurrió el jueves por la mañana antes de empezar el Open de España

Una nota en el espejo

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Es jueves de Open de España. Juego por la mañana. Madrugón. Lo primero que hago al levantarme es acercarme al espejo. Hay una nota. ¿Y esto? Frotándome los ojos para quitarme las últimas telarañas cojo el papel y lo leo. Me emociono. Lo vuelvo a leer. Me vuelvo a emocionar. El Open de España comienza para mí en un par de horas y esto es un subidón en toda regla. Si los métodos de motivación vinieran en moldes este sería uno de ellos.

La nota la firma mi hermana Elena. Es tres años mayor que yo. Me quedo sentada leyéndola por tercera vez. Me emociono por tercera vez. «Esto se viene conmigo». Le saco una foto con el móvil y la pongo de fondo de pantalla. «Cada vez que vaya a jugar una vuelta, antes de empezar, la voy a leer». Llego a ese acuerdo conmigo entre susurros aún poco claros.

De repente, todo lo que era tensión, agobio y ansiedad se convirtió en relajación. Paz. Y se vio en el torneo. Nada me afectó. Ni un mal bote, ni una corbata, ni un golpe rarito… Nada. Actitud y paciencia. La vida no se va en un mal bote, ni en una corbata, ni en un golpe rarito… Confía y sigue adelante.

«Pase lo que pase, mañana saldrá el sol, estaremos todos juntos y será un día estupendo». La nota del espejo. El fondo de pantalla de mi móvil. Gracias, hermana.