¿Cuántas veces habéis escuchado la importancia de las rutinas pre-golpe? Yo las he escuchado muchísimo a lo largo de mi carrera y tengo que aceptar que no siempre he recibido ese pensamiento con total convicción. Hasta ahora.
Una de las razones es porque siempre piensas que deberías de estar trabajando en algo técnico de tu swing en vez de ‘perder’ el tiempo con el aspecto mental del juego.
Cuando se tiene la soga al cuello, uno se da cuenta de la necesidad e importancia de una buena rutina pre-golpe. Las rutinas se convierten en tu zona de confort ante miedos e inseguridades que te impiden pegarle a la bola con convicción. La rutina te ayuda a deshacerte de los pensamientos a futuro, ya que te mantienen en el presente.
Una buena rutina tiene que ser practicada con anterioridad porque deben ser aplicadas inconscientemente. También es importante practicarlas con anterioridad para asegurarse que no tomas más del tiempo requerido para pegarle a la bola. Ya que lo último que querrás es que tu rutina te vuelva lenta. No hay nada peor que saber que eres un jugador lento y tener a un árbitro tomándote el tiempo en un torneo.
Es importante practicarlas con anterioridad para asegurarse que no tomas más del tiempo requerido para pegarle a la bola
Las rutinas son las que tú eliges que sean. Lo más importante es lograr una manera de abandonar el futuro y mantenerte en el presente. Lo más importante es que seas capaz de repetirla siempre.
La rutina que he establecido yo en los últimos meses ha sido debido a inseguridades visuales
La rutina que he establecido yo en los últimos meses ha sido debido a inseguridades visuales. Me cuesta mucho visualizar líneas rectas en el suelo. Cuando me colocaba a la bola y miraba hacia el objetivo me veía apuntando muy a la derecha. Esto me provocaba que fuera apuntado con los pies hacia la izquierda inconscientemente, con lo cual me cruzaba de líneas en el swing.
Mi rutina de ahora es:
– Me coloco detrás de la bola para visualizar la línea
– Elijo un punto delante de la bola, como a un metro de distancia.
– Coloco el palo a ese punto, miro al objetivo y coloco los pies cuando vuelva mirar a la bola.
– Vuelvo a mirar al punto y mientras que miro, saco el palo hacia detrás un poco. Aquí estoy sintiendo la dirección de mi swing con respecto al objetivo.
– Miro a la bola y le pego.
Y tú, ¿tienes una rutina pre- golpe?
