Es lo que tiene ser caddie: cada semana vas trabajando para tu jugador, pero además eres testigo de primera fila de la evolución o irrupción de grandes jugadores. O sencillamente de una vuelta de golf inimaginable. En mi caso lo tengo aún más fácil, pues trabajo junto a Renato Paratore, que es puro talento y que, no lo olvidemos, sólo tiene 19 años. Pero hoy quería hablaros de otros jugadores que nos han caído en el mismo partido y que me han impresionado por unas u otras causas.
Callum Shinkwin, por ejemplo. Es una bestia. Mi impresión tiene mucho que ver, por supuesto, con lo que vivimos Renato y yo junto al joven inglés en la tercera ronda del Shenzhen International, hace algunas semanas. Aquel día Shinkwin hizo un 62 y por primera vez en mi vida puedo decir sin ningún temor a exagerar que aquel -10 en la ronda bien pudo ser un -13 ó -14. Tranquilamente. De verdad.
Es que no pateó desde más allá de tres metros en toda la ronda y yo creo que cazó todos los greenes en regulación. Renato y yo nos mirábamos como diciendo: «esto que estamos viviendo no puede ser posible». Tirazo a calle, muy largo, y tirazo directo al trapo. Así fue todo el día, prácticamente. Firmó un 62 y de verdad que el campo no le regaló nada. Es verdad que si ves sus resultados luego no es un jugador muy consistente. Aquella semana, por ejemplo, hizo un setenta y muchos después de aquel 62. Pero no me cabe duda de que tiene algo especial. Aquello que yo viví aquel día no se vive casi nunca y por algo será…
Si nos vamos a la Armada, otro jugador que me ha llamado mucho la atención, sobre todo por su evolución, es Borja Virto. Me ha impresionado cómo lo he visto en el campo. Su actitud y lo ordenado que va. La calidad de muchos de sus golpes. Creo que Borja es una gran noticia para el golf español.
