Inicio Blogs Caddielandia ¡Y resulta que a mi lado tenía un winner…!

¡Y resulta que a mi lado tenía un winner…!

Compartir
Íñigo Urquizu, junto a Renato Paratore, preparando un golpe. © Golffile | David LloydºÍñigo Urquizu, junto a Renato Paratore, preparando un golpe. © Golffile | David Lloyd
Íñigo Urquizu, junto a Renato Paratore, preparando un golpe. © Golffile | David Lloyd

Última jornada del Nordea Masters. Tee del hoyo 12. Renato pega un drive bueno pero acaba justo en el borde derecho del rough. La bola está bien colocada, aunque tiene hierba por detrás, no es mucho, lo justo para torcer el gesto, una hierba que te hace dudar porque no sabes exactamente cómo va a responder el palo y la bola.

Yo voy pensando en jugar a colocar… Lo veo claro. Pegamos ahí un hierro 7 a calle y después a buscar el trapo con un pitch o un wedge. Sin embargo, antes de decir nada, me mira Reni y me dice: “¿qué te parece pegar un híbrido por encima de los árboles al fade y la dejamos en green o muy cerca?”. Lo primero que pienso es que hay que pegar muy bien a la bola para levantarla por encima de los árboles, como no la empale nos comemos los árboles. Sólo le hago una pregunta: ¿Tú lo ves? Y me dice rápido: “Lo veo claro”. Pues dale…

Me impresionó. No sólo el golpe. Todo el proceso. Cogió el palo, no titubeó y metió ‘un empalote’ espectacular. La puso a borde de green. Lo miré y le dije, Reni, tú los tienes muy bien puestos. Él me miró con el gesto un poco extrañado, como diciendo qué me está diciendo, y me soltó: “estamos aquí para ganar, no para ser segundos o terceros. ¡¡Se me puso la piel de gallina y ahí me di cuenta de que tenía a mi lado a un winner!! Con 20 años, lloviendo, en la ronda final del Nordea Masters, con tanto buen jugador apretando y me dice eso… ¡¡Buaahhh!!

Hizo un approach de libro en el 12 y consiguió el birdie y después llegó el putt del 14 de diez metros que la tocó de maravilla y los putts del 16, 17 y 18. Impresionantes. Todos por el centro. Natural. Sin dudar.

Hablando de esto, me acuerdo de otro momento clave de la vuelta: green del hoyo 9. Veníamos de no haber empezado muy bien, aunque habíamos hecho ya un gran birdie en el 8. Reni quería pegar un pitch, pero yo vi claro que era un 9 al fade porque había un poco de viento en contra, y la dejó a dos-tres metros y metió el putt de birdie. Después, en el 9, hace un buen approach y la deja a tres metros. No me pide que le ayude con la caída y yo sólo me fijo en cómo mueve el palo. Ni siquiera miro si la mete o no, sólo quiero ver cómo lo hace, qué me transmite.

El putt es perfecto. Lo tira tranquilo, muy relajado, con un movimiento natural. Lo veo muy centrado y pienso: hoy está mágico. Viendo cómo mueve el putt puede ganar hoy.

Eso sí, el último día no creáis que todo fueron buenas vibraciones y cosas positivas. Esto forma parte ya de la intrahistoria de la victoria en Suecia de Patarore. Os desvelo un secreto. Al salir del campo de prácticas me dijo: “Prepárate hoy porque no sé para dónde va a salir el drive. No tengo ninguna sensación. Le voy a pegar con el corazón y a ver cómo sale”. No, definitivamente no es el comentario que quieres escuchar de tu jugador antes de salir a jugar la última ronda de un torneo en un campo como el de Malmoe, donde precisamente el palo que mejor hay que pegar es el driver. Pero si algo le puso fue corazón y lo sacó adelante.

Otro secretillo de la vuelta. A mí me gusta el reggaeton y a Reni también. Estuve toda la vuelta cantando… Dj Yandel. Lo último. Os lo recomiendo. Sube el ánimo.

Ni qué decir tiene que hemos disfrutado mucho. Es un subidón. Y por cierto, os cuento la última: nos han confirmado que jugamos el WGC Birdgestone Invitational al ganar el Nordea. Me hace mucha ilusión. Por último, sé que ya lo sabéis, pero qué puro es Renato, qué buena gente es. Es un placer enorme poder trabajar a su lado.