Inicio Blogs Caddielandia Radiografía de un caddie con más de 20 años entre palos (II)
Pello Iguarán es un derroche de pasión por el golf y respeto por sus maestros

Radiografía de un caddie con más de 20 años entre palos (II)

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Mi pasión por el golf empezó cuando tenía 14 años. Yo jugaba al fútbol, ya que mi padre y mi tío fueron jugadores profesionales en Primera división en la Real Sociedad y el Real Oviedo, respectivamente. La tradición familiar me hizo seguir ese camino futbolístico, pero gracias a una lesión en mi rodilla izquierda, mi camino cambió de dirección y ahí empezó mi pasión por el GOLF. Este gran deporte.

La verdad es que yo lo considero muchísimo más que un deporte. He aprendido grandes valores, he conocido a grandes amigos, me ha hecho viajar por todo el mundo y he podido vivir experiencias donde la diferencia de interpretación sobre diferentes aspectos de la vida de muchas personas de muy diferentes culturas te hace reflexionar mucho sobre lo que nosotros entendemos como bien y mal –correcto o incorrecto–. Uno se da cuenta que algo no puede ser solamente de la manera que lo hemos aprendido y se convierte todo en algo muy relativo.

Mi primer golpe fue en el golf de Zarauz, con el profesor de golf Norberto Belartieta. Mientras lo estoy escribiendo puedo ver la imagen de aquel golpe. ¡¡Vaya dosis de adrenalina!! Zarauz es un campo precioso que este año ha cumplido 100 años de antigüedad y ahí es donde empecé este camino tan espectacular.

Gracias a mi padre, tuve la suerte de poder conocer el Real Club de Golf de San Sebastián, conocido como Jaizkibel. Fue mi hogar golfístico prácticamente durante toda mi carrera. Allí conocí a los amigos de la infancia de mi padre, los hermanos Jesús Arruti, Joxe Arruti y Josetxo Gorostegui, que eran los maestros de la escuela en este club.

Para mí fue prácticamente empezar una nueva vida. En aquel momento, en aquella escuela, estaban varios de los mejores jugadores amateurs del mundo: José María Olazábal, Jose Manuel Arruti, Jesús Mari Arruti, Amaia Arruti, Marina Arruti

Una gran escuela de golf que ha conseguido que muchos de aquellos niños estemos hoy disfrutando de este deporte y compartiendo grandes amistades. Mi más sincero agradecimiento por su dedicación y pasión por el golf, conceptos que tan bien han sabido transmitir y que tanto nos ha ayudado a muchos para seguir un camino tan apasionante. ¡¡Gracias una y mil veces!!

Un recuerdo especial para el difunto Josetxo Gorostegui. Aún conservo de él un recuerdo muy cercano: el putt que me regaló y con el que pude vivir muchos grandes momentos en torneos amateurs y alguno profesional.

Desde un primer momento en esta escuela me acogieron como a un hijo y me sentí como en mi propia casa. Recuerdo que Txema tenía 18 años, hándicap negativo y ya era campeón del mundo; y los hijos de los maestros hermanos Arruti, Jose Manuel y Jesús Mari, que tenían mi edad, 14 años, y eran hándicap 4. Ya a esa edad eran componentes de los equipos nacionales y europeos sub 18. Yo acababa de obtener mi hándicap 36 y jugaba a menudo con ellos. Gracias a su ayuda, en dos años conseguí bajar a hándicap 6, en dos años más conseguí bajar a hándicap 0 y a los 22 años di el salto y me hice profesional.

Desde entonces me he dedicado como jugador profesional a varios circuitos, también a la enseñanza, como maestro en las escuelas de Goiburu golf y como director en la escuela de Justiz golf, y actualmente me dedico a la que ahora es mi profesión al ciento por ciento: la carrera como caddie.