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Javi, volveremos y ganaremos en el LPGA

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No sé si tenía nueve o diez años la primera vez que me encontré, por supuesto en un campo de golf, con Javi Urquizu. Fue en un torneo de clubes. Él jugaba con Jaizkibel y yo con Ulzama. Yo me llevaba muy bien con su hermana y recuerdo de aquellos años que los dos éramos muy tímidos y apenas hablábamos. Quién iba a decir entonces que acabaríamos emprendiendo juntos unos años más tarde la maravillosa aventura del golf profesional.

La semana pasada jugamos en Corea del Sur. Imagino que ya todos lo sabréis. No fue el mejor torneo del año en cuanto a resultado, pero no fue una semana más. Ni mucho menos. Fue una semana dura, difícil. Una semana que me costará olvidar. El domingo de Corea Javi y yo decidimos poner fin a la aventura. Dejará de llevar mi bolsa. Pero no es un adiós, sino un hasta luego. Quiero darle las gracias por todo, especialmente por aquel email que me escribió uno de los primeros días del mes de enero de 2012.

Javi me había estado haciendo de caddie en algún que otro torneo de verano durante mi época amateur. Siempre nos hemos llevado muy bien y a él le apasiona el golf. Cuando me pasé a profesional lo llamé para que se viniera conmigo a la Final de la Escuela del LPGA Tour en Florida. Él trabajaba de abogado, pero aceptó la propuesta. Quedamos en el puesto 32º y conseguimos la tarjeta condicional. Acto seguido jugué la Final de la Escuela del Ladies European Tour y acabé tercera, esta vez con un caddie inglés.

Unos días después me llega un email. Es Javi. Me dice que no está contento en su trabajo y que lo iba a dejar, así que si yo aceptaba se venía conmigo de caddie. Sinceramente, cuando me lo propuso me pareció una locura y no sabía que decirle. Pónganse en la situación: un buen amigo que decide dejarlo todo por venirse de caddie. Es imposible que no entren dudas. Sin embargo, él lo tenía clarísimo.

Ahí comenzó la aventura. Nos estrenamos en Turquía y acabamos terceros. Ese año ganamos la orden de mérito del Ladies European Tour, el rookie del año, logramos dos victorias, unos cuantos top ten y consigo la tarjeta del LPGA, habiendo disputado sólo tres torneos: British, US Open y Evian. Un año después jugamos a caballo entre Europa y Estados Unidos. Disputo mi primera Solheim Cup y ganamos 18-10 y vuelvo a lograr una victoria en Alemania. El año pasado ganamos el Crown… ¡¡Todo genial!!

Hay muchos momentos, muchísimos. Es difícil quedarse sólo con uno. Las victorias son inolvidables, qué decir, pero sobre todo me quedo con todo lo que me ha ayudado dentro y fuera del campo. Ahora siento que necesitamos distancia, pero sé que volveremos a trabajar en un futuro. Me veo ganando con él en el LPGA Tour.

De Javi destacaría lo mucho que ha confiado siempre en mí y sigue confiando. Tiene clarísimo que voy a llegar arriba y me encanta lo que disfruta con mis golpes. El otro día me dijo que tenía grabada la madera 3 que pegué en el hoyo 17 la última jornada del CME Globe el año pasado en Florida… O el hierro 9 que metí en el hoyo 17 de la Solheim hace menos de un mes. Disfruta mucho con el golf y con mi juego, que ya sabéis que no es un juego muy normal. Cojo menos calles que las demás y después, los golpes difíciles los hago fáciles… y al revés también. Es una gozada haberlo tenido tan cerca. Si tuviera que elegir un torneo, sería el Kraft Nabisco de este año. Jugué mi mejor golf. Espectacular de tee a green.

Sea como fuere, lo que más me tranquiliza de todo es que hemos acabado bien. Él se ha portado de diez. Me ha apoyado siempre y en todo momento ha querido lo mejor para mí. Lo considero mi mejor amigo y sé, como os dije, que es un hasta luego. Volveremos y quiero ganar con él en el LPGA. Sé que lo vamos a lograr.

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