Han pasado tres días y aún me cuesta creer lo que sucedió en la International Crown. ¡Vaya domingo! Yo veía que se podía, estaba convencida, pero ganar los cuatro individuales, de esa manera, tan claramente… Parece que ganamos fácil, pero no fue así. Os cuento algunas cosas de una semana que no olvidaré en toda mi vida.
Todo salió muy bien desde el principio. Nada más encontrarnos con el campo (Caves Valley) tuvimos un subidón. Es un recorrido espectacular, muy bien preparado, alucinante y, además, un sitio muy especial para Azahara y para mí, ya que allí ganamos la final universitaria con Arizona State en 2009. Así, de entrada, la semana empezaba bien. Además, el ambiente ha sido genial.
Una de las claves ha sido la magnífica dinámica que hemos tenido. Hemos funcionado como un auténtico equipo, con las ideas muy claras y las parejas perfectamente definidas. El ‘team room’, la habitación en la que pasábamos más horas entre nosotras y con la familia, ha sido muy agradable. Por las noches nos juntábamos animando, hablando de lo que había pasado y motivándonos para el siguiente día. Había de todo, comida, bebida y, además, jugábamos al ping pong. Ojo que hay mucho nivel también aquí. Belén y Azahara juegan muy bien, pero sobre todo Javi Urquizu, mi caddie, qué pasada, el chino le llamo. Tiene un robot en su casa con el que entrena y ya le he dicho que se prepare para las Olimpiadas de Brasil.
No es una manera de hablar. La realidad es que durante estos siete días hemos retrocedido como seis años. El ambiente ha sido igual que cuando éramos amateurs, mucho tiempo juntas, riéndonos, mucha unión. Queríamos hacerlo y sabíamos que podíamos. Esa ha sido la clave.
En cuanto a lo que ocurrió dentro del campo, probablemente el momento más importante fue tras perder contra Estados Unidos. Nos dolió mucho. Nos pudieron las ganas y la ansiedad y te enfadas más cuando ves que no salen las cosas, pero nos sirvió para ver las cosas con otra perspectiva. Decidimos estar más tranquilas y darlo todo fuera cual fuera el resultado. Creo que el punto clave fue el que ganaron Belén y Bea contra China Taipei el sábado.
Os cuento un par de detalles internos curiosos. Cada equipo tenía un encargado que se ocupaba de atendernos, de que no nos faltara de nada. A nosotras nos tocó la persona que cada año organiza los torneos de la LPGA en Phoenix, un hombre muy majo y atento. El último día estaba previsto que jugáramos los individuales de amarillo, el mismo color que utilizamos contra Estados Unidos. A Beatriz no le gustaba un pelo y propuso utilizar de nuevo el rojo. A todas nos pareció una gran idea, así que se lavaron los del día anterior y nos lo pusimos otra vez el domingo. Mejor el rojo, más España.
Y otra curiosidad. El ambiente en el International Crown ha sido muy festivo. Una buena prueba es que cada una podía elegir una canción para ser presentada en el tee del 1. Yo propuse ‘Moviendo las caderas’, una así de pachangueo, y fue la que elegimos Azahara, Belén y yo. Así que nada, el domingo en los individuales, cuando nos presentaron ante Choi, Miyazato y Moriya, allí que sonaba ‘Moviendo las caderas’…
Ha sido una semana fantástica. Nos lo hemos pasado muy bien y hemos cumplido un sueño. Es difícil de asimilar, pero para nosotras era muy importante ganar este torneo. Estamos felices.
Os escribo desde Nueva York, a donde hemos venido con mi familia para ver la Gran Manzana, que no la conocía. Viene mi hermano con nosotros, que nos está haciendo de guía, pero si me queréis recomendar algo especial que no deba perderme, yo encantada.
Muchas gracias por el apoyo y ¡¡vamos, España!!
