Inicio Blogs Carlota Ciganda Un, dos tres, probando… Rumbo a Lancaster

Un, dos tres, probando… Rumbo a Lancaster

Compartir

Hola a todos desde la terminal de embarque de un aeropuerto cualquiera de Estados Unidos. Estamos esperando la llamada para volar a Lancaster. No fue una buena semana en el North Texas Shootout. Una de esas semanas que se tuercen por un motivo u otro. Tampoco estuve cómoda la semana anterior en San Francisco, pero no queda otra que mirar hacia adelante. Esto no ha hecho más que empezar y quedan un montón de citas importantes y bonitas en el horizonte. Hasta dentro de quince días no tenemos torneo en el LPGA Tour, así que me he hecho un planning especial, a ver qué os parece…

Como os decía, vuelo a Lancaster. Y qué se me ha perdido allí, os preguntaréis algunos. Pues os cuento, el Lancaster Country Club, en Pennsylvania, es el recorrido donde se va a disputar este año el US Open, así que allí voy junto con mi caddie, Javi Urquizu, a echarle un primer vistazo. Tengo ganas. Jugaré un par de días. Creo que es importante hacer este tipo de viajes a los campos de los majors para recabar información. Todo suma y seguro que me sirve la semana del torneo. No es la primera vez que lo hago y repetiré seguro dentro de unas semanas con el campo del British Open.

Después de entrenar dos días en Lancaster viajo a Florida, y más concretamente al TPC Sawgrass de Ponte Vedra Beach. Efectivamente, voy a ver en directo el THE PLAYERS Championship, para animar a Sergio García y Gonzalo Fernández Castaño. Ya fui el año pasado, me lo pasé muy bien y quiero repetir. Voy con mi padre, compañía de lujo.

Por cierto, y para ir cerrando que ya están llamando para embarcar, no te das cuenta de la cantidad de cosas que llevas en una mochila hasta que unos cacos te lo recuerdan. Sí, nos robaron en la playa de Santa Mónica. Concretamente, rompieron la luna del coche que estaba en un aparcamiento y se llevaron las mochilas con todo: teléfono, tableta, dinero, pasaporte, cosas personales, tarjetas… Os podéis imaginar el desaguisado. Fue el domingo después del ANA Inspiration. Una faena de las gordas. Por suerte, nos dejaron volar haciendo una excepción enorme con el DNI y la denuncia del robo. Al poco, han aparecido los pasaportes y el visado de Estados Unidos. Del resto, claro, ni rastro.