Inicio Blogs David Durán De aquel 73 a este 63

De aquel 73 a este 63

Compartir
Miguel Ángel Jiménez. © Golffile | Fran Caffrey
Miguel Ángel Jiménez. © Golffile | Fran Caffrey

No cabe la menor duda de que el 63 de Miguel Ángel Jiménez en la última jornada de Hong Kong es un logro al alcance de casi nadie, un prodigio de longevidad competitiva que sólo está en manos de los genios. Como acostumbramos a escribir por estos pagos: siempre Miguel, eterno.

Sin embargo, este año todavía me impresionó más, si cabe, otro hecho en apariencia doméstico, rutinario, que vivimos en Portstewart, durante el Open de Irlanda. Miguel había pasado el corte con relativa suficiencia, pero el sábado un doble bogey en el hoyo 11 le destrozó la vuelta y terminaba firmando un 73 que le supo a rayos. Casi sin apenas probar bocado se marchó a la calle de prácticas y allí anduvo trabajando muy serio y paciente, muy metido, todavía buscando algo, da igual que se tengan 53 años más que cumplidos.

Lo sencillo y normal hubiera sido relajarse y dejarlo estar: un mal día y poco más, un hoyo nefasto que se me ha cruzado, mañana será otro día, esto me ha pasado cientos de veces en mi extensa carrera… Pero aquello no fue una sesión de compromiso, la mera costumbre, unas cuantas bolas para marcharse con mejor sabor de boca. No, aquello fue una señora sesión de trabajo, concienzuda, de más de dos horas. Al día siguiente cerraba el torneo con un 67, cinco menos, sin un solo bogey en la tarjeta, aunque todavía con la precisa sensación de haberse dejado birdies en el campo (así nos lo dijo).