Inicio Blogs David Durán Diez paradas obligatorias para nostálgicos

Diez paradas obligatorias para nostálgicos

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Faltan 644 días

Casi no hace falta recordar que East Lake, donde se disputa esta semana el Tour Championship, es la casa de Bobby Jones.

Y lo es de un modo literal. En aquellos parajes vivió, creció y se hizo golfista el genial jugador, por quien esta página siempre ha mostrado un (¿exagerado?) interés y una espontánea admiración que lindan con la veneración. Manías que se tienen.

Con la  inestimable guía de la biografía del jugador, ‘TheBobby Jones History‘, de Oscar Bane Keeler, periodista deportivo del Atlanta Journal que pronto se convirtió en su amigo y confidente, ponemos en pie algunos momentos de la historia doméstica del gran Bobby y hasta tratamos de situarlos geográficamente con toda la documentación que hemos podido sumar al empeño.


1.
Bobby Jones nació en Atlanta (17 marzo de 1902), siendo hijo único. Cuando sólo era un bebé su familia se trasladó a East Lake para vivir en un entorno de naturaleza casi salvaje (así lo pretendía su padre). Se instalaron en una casa adyacente a lo que hoy es la calle del hoyo 10 del East Lake Golf Club. En 190
4, poco después de la llegada de los Jones, el Athletic Atlanta Club compró los terrenos donde hoy se sitúa el recorrido. En 1906 ya estaban abiertos siete hoyos del campo, que enseguida fueron nueve. En 1908 se completaron los 18 (diseño de Tom Bendelow), que no son los actuales. De hecho, detrás de la casa de los Jones estaba entonces el green del 13. Allí acudía el pequeño Bobby por la tarde, después de la escuela, a aprochar y patear durante horas.


2.
Más tarde, en torno a 1913, 
año en el que Donald Ross comenzó a diseñar el actual recorrido, los Jones trasladaron su hogar unos ochocientos metros al oeste, muy cerca de donde hoy en día se sitúa el green del hoyo 2.


3.
En el viejo recorrido del East Lake Golf Club, antes de la remodelación profunda de Ross, el hoyo 1 era un par 3 de unos 145 metros
. Con apenas siete años de edad, el niño Jones acudía frecuentemente a jugarlo pegando su drive para salvar un obstáculo de hierbas altas que se situaba a unos ochenta metros del tee


4.
Es interesante cómo cuenta 
Keeler el recuerdo que le trasladó Bobby Jones de la primera vez que cogió un palo de golf. Apenas tenía los cinco años recién cumplidos (primavera de 1907) cuando estaba en el jardín de su propia casa observando atentamente a un amigo de la familia que había sacado los palos y estaba allí mismo pegando algunos golpes y pasando el rato. Le preguntó al benjamín si quería probar…

Probó y el resultado, por supuesto, con un palo que casi medía lo que el chaval, apoyado en la barriga, fue nefasto. Sin embargo, este hombre sacó de su bolsa un ‘cleek‘ (lo que hoy podría ser un hierro 2) y se lo dió junto a tres bolas para que se iniciaraEste palo, debidamente retocado para su talla, fue su primer gran tesoro de golf. Algo más de 23 años después Bobby Jones cerraría su Grand Slam


5.
Las primeras andanzas de Bobby Jones en el golf tuvieron lugar allí, muy cerquita de lo que hoy es la calle del 10, (a la izquierda según se mira desde el actual 
tee) pero en un recorrido de cinco hoyos delante de su casa, doméstico y agreste, apenas delimitado. Cuatro hoyos eran muy cortitos (el más largo no tendría ni veinte metros) y había un quinto al que llamaban «long hole» que trascurría calle abajo y que apenas pasaba de cincuenta metros de longitud…


6.
 
En el invierno de 1907-08 Bobby recibió el permiso de salir a jugar el campo entre semanapodía hacerlo cualquier día menos el sábado y el domingo.


7.
Bobby Jones, con seis años, acudió el 
4 de julio de 1908 junto a su padre a la gran fiesta de inauguración de la casa club. Esta sufrió dos incendios (1914 y 1925), aunque en ambos casos fue reconstruida a imagen y semejanza de la primera. De hecho, la actual casa club es casi idéntica a la de los tiempos de Jones. En 1925 se perdió en el incendio el trofeo de ganador del US Open Amateur de Jones y por ello la USGA hizo uno nuevo que es el que hoy pervive.


8.
 
También es curioso el recuerdo de Jones de su primer encuentro con Stewart Maiden, profesional escocés de Carnoustie, clave en el swing del jugador (era una ‘copia’) y en su desarrollo. Acudió con su madre a la puerta de la casa club, donde habían quedado con su padre, y se unieron a ellos los hermanos Jimmy y Stewart Maiden (verano de 1907). Estuvieron charlando… Todos, menos Stewart, que no abrió la boca, hasta el punto que el pequeño Bobby se preguntó seriamente si era mudo.

En efecto, Stewart ‘Kiltie‘ Maiden, que acababa de llegar a East Lake a trabajar como profesional, era hombre de pocas palabras.  Jones nunca recibió de él una clase de golf propiamente dicha, pero se pasó horas y horas observándolo en el campo de golf, marchándose después a tratar de imitar («como un mono», en palabras del propio Jones) lo que había visto. Después, con el tiempo, Jones regresaba siempre a Maiden cuando tenía problemas con su juego y una simple indicación bastaba. Maiden observaba volar las bolas de Bobby y, cuando el vuelo le parecía correcto, sencillamente se daba la vuelta y se marchaba sin decir nada…


9.
Bobby ganó su primer torneo a los nueve años en East Lake. Nada importante, un torneo de club. Y en el verano de 1913, hace 101 años, firmó su primer 80 a la edad de 11 años. Tras completar aquella vuelta con su inseparable amigo Perry 
Adair en el viejo recorrido de East Lake, buscó a su padre y sin decir nada le entregó la tarjeta. Su padre sólo le abrazó.


10.
También se dice que Bobby Jones jugó en este campo su última ronda de golf, el 15 de agosto de 1948. Jones murió en Atlanta el 18 de diciembre de 1971 y está enterrado en el Oakland 
cemetery, a unos 6,5 kilómetros al oeste de su querido East Lake. Junto a su lápida siempre se pueden encontrar decenas de bolas de golf que los aficionados dejan allí como sencillo homenaje.