Inicio Blogs David Durán ¿Equipo Internacional? Es sólo un modo de hablar

¿Equipo Internacional? Es sólo un modo de hablar

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El equipo estadounidense en la Presidents Cup 2017. © Golffile | Ken Murray
El equipo estadounidense en la Presidents Cup 2017. © Golffile | Ken Murray

¿Qué le ocurre al Equipo Internacional en la Presidents Cup cada dos años, aún reconociendo las escasísimas ediciones que fueron honrosas excepciones?

Le ocurre que de Internacional tiene mucho, pero de Equipo más bien poco. O nada. Así, llanamente. Siéndolo, un equipo hecho y derecho, y aunque sólo fuera por pura estadística, la incuestionable calidad de todas y cada una de sus formaciones, desde el año 1994,  habría encontrado el modo de imponerse alguna vez más al brutal poderío estadounidense. Ni siquiera hace falta referirse a la Ryder como ejemplo, de tan obvio como resulta.

Un equipo es algo más que un grupo de amigos, colegas o amables conocidos que se juntan para hacer algo. Su complicado tejido va más allá. Y esa tecla, o la fórmula de la argamasa, no la encuentran en el bando Internacional. Es de justicia apuntar que ellos lo tienen mucho más difícil, qué duda cabe, con semejante disparidad de perfiles. Pero tampoco le dedican mucho tiempo ni ganas a la cuestión y al final la Presidents no deja de ser un formidable espectáculo de luces, colores y estrellas, una rimbombante fiesta de fin de curso. No es poco, pero se nos queda corto.

Es una de las maravillas que a diario nos enseña el deporte. El concepto de solidaridad en un verdadero equipo, hecho de tantas grandes y pequeñas cosas, atenta directamente y no pocas veces contra la misma ciencia, esa señora que dicta que el Real Madrid debiera ganar diez de cada diez veces al Levante o al Betis en el Santiago Bernabéu.