Inicio Blogs David Durán Eso está muy feo
Opinión sobre el dramático desenlace en el ANA Inspiration

Eso está muy feo

Compartir

Digamos que lo que hizo Lexi Thompson, esa manera de marcar y reponer la bola en un green, está muy feo. Así, en cristiano. Al respecto no cabe la menor duda, las imágenes no dejan lugar, por más que resultara dramático el desenlace del ANA Inspiration, primer grande femenino de la temporada. Ella asegura que no se dio cuenta de lo que había hecho y hay que creerla, por qué no vamos a hacerlo, pero no es en ningún caso una razón de peso para obviar la penalidad correspondiente. Las lágrimas de la estadounidense nos conmovieron a todos, pero el ejercicio de empatía hay que llevarlo aún más lejos y pensar en el rostro descompuesto que se le iba a quedar a So Yeon Ryu, la ganadora, o a Minjee Lee, o a Inbee Park, o a Suzann Pettersen (por citar sólo a las candidatas más cercanas al triunfo final), viendo después las imágenes de la infracción flagrante…

A partir de aquí, es cierto, se abren otros debates legítimos e interesantes. ¿No es fascinante, único, que un aficionado pueda llamar la atención de los jueces acerca de una infracción, la que sea, de un competidor? Hay a quien le parece una concesión desfasada e injusta. A Tiger Woods, por ejemplo, el deportista con más horas de televisión sobre el cogote en la historia de todos los deportes. Dejémoslo, si ustedes quieren, en que se trata de una medida fascinantemente caótica y reconozcamos también que los mejores, aquellos que se ponen o se han puesto más veces los domingos mirando al triunfo, están más expuestos. Un peaje exigente, pero inevitable.

Mucho más chocante resulta que el infractor conozca la sanción, como fue el caso, al día siguiente, saliendo del hoyo 12. De algún modo desvirtúa la competición. Por ejemplo: la estrategia de juego puede ser sensiblemente distinta para uno mismo y, sobre todo, para el resto de competidores, según el resultado de cada momento. Aún a riesgo de dejar sin sancionar una infracción tan absolutamente clara como la que nos ocupa, quizá sea necesario marcar o limitar los tiempos del rearbitraje televisivo. Por salud mental, más que nada.