Miguel Ángel Jiménez vuelve esta semana en Corea. Lo último que hizo fue plantarse en Augusta el sábado como candidato. Después, nones. Pero ahí quedó su bello y serio intento…
El mozo de Churriana ha pasado todos los cortes del año y, entre medias, nos deleita con algún top-ten, con tres rondas en el Accenture y dos jornadas soberanas en el Masters.
Yo sé cuál es uno de sus secretos.
Ese modo suyo de acunar el palo en unas manos recias de cuero de piel de elefante. Fíjense cuando lo tengan cerca. No doma ni vence al palo. Lo convence. Casi todos los profesionales suelen dar esa sensación de liviandad, es cierto, pero ninguno como Miguel. El hombre que susurra a los palos.
