Inicio Blogs David Durán ¿Ha sido el PAR un buen y eficiente compañero en 2018?

¿Ha sido el PAR un buen y eficiente compañero en 2018?

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Tomamos como referencia el calendario medio de un jugador medio del circuito europeo, el de un jugador por tanto que no ha disputado Grandes ni campeonatos del mundo, aunque sí tenía plaza asegurada en las Rolex Series. Tomamos el calendario y nos ponemos en las circunstancias de aquel jugador cuyo primer objetivo es salvar la tarjeta sin urgencias y que, además, no renuncia a metas más altas, las que sean, en cuanto las cosas se pongan medianamente de cara…

Y ya puestos en situación, la pregunta, a modo de experimento y hasta divertimento, es clara y concisa: ¿firmaría usted haber jugado todas y cada unas de las vueltas del año al PAR? Y podrían añadirse más cuestiones: ¿En este caso, jugando al PAR cada vuelta, le habría llegado para estar metido en el Turkish Open de esta semana? ¿Le habría dado para salvar la tarjeta tras el Andalucía Valderrama Masters, atolladero en el que se vieron muchos jugadores? ¿Incluso para estar metido en la Final de Dubai a día de hoy? ¿Cuántos cortes hubiera pasado y fallado?

El calendario tipo sobre el que realizamos el estudio es de 24 torneos ya disputados en la temporada 2018, que conformarían el grueso de una hoja de ruta estándar muy habitual: Hong Kong, Abu Dhabi, Dubai, Maybank, Omán, Qatar, India, Open de España, Hassan II, Volvo China, Sicilia, Wentworth, Open de Italia, BMW International, Open de Francia, Open de Irlanda, Open de Escocia, Porsche, Omega, KLM, Portugal, Alfred Dunhill Links, British Masters y Valderrama.

Primera conclusión, realmente esclarecedora: jugando todas las vueltas al PAR en estos torneos se habrían fallado 13 cortes, más de la mitad, y el mejor puesto habría sido un 16º en la India.

Segunda conclusión, aún más importante: no habría llegado para salvar la tarjeta y mucho menos para jugar el Turkish Open o estar metido en la Final de Dubai. Con todas las vueltas al PAR del campo un jugador habría sumado en este calendario propuesto un total de 270.451 puntos, cantidad que le habría llevado al puesto 127º de la Race to Dubai. Insuficiente (este año han salvado la tarjeta los 116 primeros). Eso sí, este jugador virtual (nada hay más virtual que jugar siempre al PAR del campo, obviamente, aunque los datos sean reveladores en cualquier caso) habría ingresado unos 230.000 euros en premios, de los que, una vez descontados viajes, impuestos y otros gastos varios le quedarían limpios aproximadamente unos 60.000 euros, o puede que algo más o algo menos dependiendo de si está más o menos ajustada su ‘inversión’ en caddie, gimnasio, fisio, agente, psicólogo y demás parafernalia (estas cifras aproximadas y muy generales, sólo indicativas al fin y al cabo, se extraen de innumerables conversaciones mantenidas al respecto con profesionales de golf de este rango).

Edoardo Molinari ha sido el jugador que este año ha finalizado en el puesto 127º de la Race to Dubai. © Golffile | Eoin Clarke
Edoardo Molinari ha sido el jugador que este año ha finalizado en el puesto 127º de la Race to Dubai. © Golffile | Eoin Clarke

Estaríamos hablando de unos ingresos anuales que en la mayoría de las profesiones serían más que notables, pero que en este caso no asegurarían la misma categoría profesional al año siguiente. Como es evidente, los datos concretos de este año y sobre este calendario estándar escogido, no son proyectables matemáticamente a cada temporada, pasada o futura, pero en la comparación, sobre todo con el pasado, sí atestiguan con cierta solvencia una realidad que se abre paso año tras año: el nivel medio cada vez es más exigente.

Un golpe menos por vuelta cambia el panorama por completo, puede que más de lo que a bote pronto pudiéramos sospechar. Nos iríamos al caso de un jugador virtual que hubiese firmado en todas y cada una de las rondas un resultado de -1. Este pro, con el mismo calendario expuesto, habría fallado sólo siete cortes, por ejemplo; y habría sumado la nada despreciable cifra de cinco top-ten, siendo un 5º puesto en el British Masters el mejor de todos ellos.

En definitiva, habría sumado 741.582 puntos en la Race to Dubai, lo que le habría llevado después de Valderrama al puesto 48º del ranking, absolutamente metido en la cita de Turquía, así como en la Final de Dubai. En ese golpe menos por vuelta se concentran tantas horas de trabajo, tantos objetivos, anhelos, desvelos, expectativas, sueños…

Una reflexión: una vuelta de PAR, para este profesional medio de la élite en el circuito europeo, no es ningún desastre y una de -1 puede ser hasta un cañón (casi como para celebrarlo con champán…) aunque tantas y tantas veces les cueste a ellos mismos verlo así.

Adri Arnaus. © Golffile | Phil Inglis
Adri Arnaus. © Golffile | Phil Inglis

En el Challenge Tour varía sensiblemente y a la baja el escenario, si bien el experimento resulta hasta cierto punto similar. Tomamos como referencia el calendario de Adri Arnaus en este 2018, con alguna ligera modificación (quitamos el Andalucía Costa del sol que se resuelve en match play y en su lugar insertamos el Yunnan Open de China, que el catalán no jugó). Pues bien, si nuestro virtual jugador en este circuito hubiera firmado todas las tarjetas al  par del campo le habría llegado para sumar casi 18.000 puntos lo que le hubiera situado en torno al puesto 90º de la Road to Ras Al Khaimah. Muy insuficiente. Curiosamente, firmando todas las tarjetas con un registro de -1 le habría llegado para sumar algo más de 48.000 puntos y meterse así por los pelos en la Final del circuito que esta misma semana se está disputando y en la que están los 45 mejores del ranking.