Tiempo de expectativas, análisis más o menos objetivos, bolas de cristal y, por tanto, de vaticinios, de sueños y, por qué no, de objetivos. Mucho y bien se está hablando de la emocionante posibilidad que tendrá el golf español en 2018 de encadenar victorias en Grandes dos años seguidos, pero es que la trayectoria y rabiosa realidad de nuestros mejores jugadores dan pie a este tipo de conjeturas. Un hecho que, por cierto, ya se ha dado dos veces en la historia de la mano de Severiano: ganó el British en el 79 y el Masters en el 80, y luego ganó el Masters en el 83 y el British en el 84.
Habrá otro Grande para el golf español en 2018
De igual modo valoramos la opción real de batir en 2018 el récord de victorias en los dos principales circuitos (9), sustentando el análisis en el torrente de triunfos de 2017, que precisamente igualó esa marca de nueve triunfos. En fin, que las expectativas y quinielas son halagüeñas.
Pero quería yo fijarme más en otro tipo de objetivo o meta que se le resiste al golf español desde 1992. Aquel año hasta siete jugadores finalizaban dentro del top-150 del mundo. A saber: José María Olazábal (número 4), Severiano Ballesteros (13º), Pepín Rivero (45º), Miguel Ángel Jiménez (102º), Miguel Ángel Martín (117º), José María Cañizares (120º) y Santi Luna (146º). Desde entonces, sin embargo, no se ha vuelto a alcanzar esa cifra, que se ha convertido en un auténtico muro para la Armada española.
Rahm luchará por el Número 1 con Johnson y Spieth
Este año, además de nuestros tres top-20 mundiales (Jon, Sergio y Rafa) contamos a priori con un nutrido grupo de jugadores al que hay que dar credibilidad en este empeño. A bote pronto, salen hasta once nombres que por su actual situación, trayectoria reciente y estatus (categoría de juego) en sus respectivos circuitos bien podrían asaltar el objetivo: Pablo Larrazábal, Adrián Otaegui, Nacho Elvira, Jorge Campillo, Alejandro Cañizares, Pedro Oriol, Carlos Pigem, Álvaro Quirós, Pep Anglés, Scott Fernández y Gonzalo Fernández Castaño. Una lista a la que bien podría añadirse un jugador como Adri Arnaus, en vista de su meteórica progresión.
Es una necedad pensar que todos ellos puedan meterse en ese top-150 a final de 2018, pero no parece ninguna barbaridad vaticinar que al menos cinco de ellos lo hagan y se unan a Rahm, García y Cabrera Bello en el top-150.
Diez profecías (más o menos afortunadas) para 2018
Y ya puestos, hasta se podría soñar con batir otro récord más reciente y mucho más complicado: el de jugadores españoles que acaban el año dentro del top-100. Ahora mismo el listón está en los seis que así finalizaron en el año 2012: (Sergio (16º), Fernández Castaño (33º), Jiménez (54º), Cabrera Bello (58º), Larrazábal (85º) y Quirós (90º). Aquel año, por ejemplo, que parecía propicio para superar el muro del top-150, el siguiente español en el ranking mundial fue Eduardo de la Riva (185º) y una vez más se cumplió la maldición.
Este será por tanto mí único vaticinio para 2018: se conseguirá superar esa marca de siete españoles dentro del top-150 del mundo. No parece para los nuestros ningún reto desproporcionado, pero es muy cierto que la historia se ha empeñado en demostrar lo contrario…
