Inicio Blogs David Durán Un excelente deportista, lisa y llanamente

Un excelente deportista, lisa y llanamente

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Adri Arnaus en la tercera jornada en Valderrama. © Golffile | Thos Caffrey
Adri Arnaus. © Golffile | Thos Caffrey

A veces puede caerse en la tentación (o en el olvido) de pasar por alto que Adri Arnaus sólo ha disputado hasta la fecha 26 torneos del circuito europeo entre 2018 (3) y 2019 (23), que ha sido el año o la temporada de su estreno efectivo como miembro del circuito.

Es un novato, pero se ha plantado ya en los albores del mes de septiembre con la Final de Dubai garantizada (ahora mismo es el número 25 de la Race y entran 50) y un amplio abanico de nuevos y ambiciosos objetivos en el horizonte. 

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Atesora ya un buen ramillete de excelentes resultados, aunque en la temporada 2019 también ha fallado diez cortes, lo que supone un 43 por ciento, cifra demasiado elevada. Buena parte de su trabajo está enfocada precisamente a eliminar tal inconsistencia hasta donde sea posible.

La cuestión es que, una vez conocido un poco mejor al jugador y a la persona, casi no queda más remedio que interpretar su irregularidad competitiva como un mero accidente coyuntural. Si algo transmite este jugador, se mire desde el ángulo que se mire, es que no es flor de una o dos primaveras.

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Digámoslo de otra manera, todavía más interesante: si algo transmite este jugador, se mire desde el ángulo que se mire, es que es un excelente deportista. Lisa y llanamente. ¿Y cómo se mide la excelencia de un deportista profesional? Lógica e inmediatamente, por los resultados. Es obvio. Pero, una vez identificado y acotado el talento, los buenos resultados se sustentan:

– En la búsqueda constante de la mejora. En este aspecto, el joven catalán es, incluso, excesivo.

– En la persistente e innegociable intención de no buscar excusas. En una humildad bien entendida: activa e interior, no formal y apocada. En un espíritu crítico, por tanto, pero no lacerante. Constructivo. Y a este muchacho rara vez se le ve poner paños calientes, como tampoco hundido en la miseria, victimista a veces y casi siempre irracional.

– En la capacidad de cierto disfrute cuando no vienen bien dadas.

– En la ambición no impostada (Arnaus es de los que salen a ganar cada torneo, sin más).

Un pequeño ejemplo acerca de su modo de ver las cosas y de trabajar. Le hemos preguntado si encuentra alguna relación curiosa o tangible en el hecho de haber destacado tanto este año en campos cortos y técnicos, como son el de Karen Country Club de Kenya, Valderrama y Crans Sur Sierre, tratándose de un pegador a quien le gusta sentirse ancho y libre desde el tee. Su respuesta: “aspiro a ser un jugador que no le importe tanto en qué campo juega. Quiero ser un jugador completo y los buenos resultados en esos campos, donde priman la precisión y la paciencia, significan que me voy acercando poco a poco a ello”.