Segundo top ten de Jon Rahm en un Grande. En el mismo año. Fue cuarto en el Masters y cuarto de nuevo en el PGA Championship. Pensemos, además, que sólo ha jugado diez ‘majors’ hasta la fecha. El balance es bueno. Consideremos también, por ejemplo, y por compararlo con el hombre de moda, que Brooks Koepka ganó su primer Grande en el intento número 15 y con 27 años cumplidos (Rahm todavía tiene 23). Con Koepka, en todo caso, conviene no compararse demasiado si se habla de ‘majors’, puesto que el de Florida ha ganado tres en 17 intentos y suma además ocho top-ten. Son números que superan a los de cualquiera, incluidos los nombres más grandes de la historia.
Jon está dando los pasos correctos y en la dirección adecuada, se ha ganado con todas las de la ley la etiqueta de candidato a priori
Detrás de los cuartos (puestos), vienen las campanadas. Es una realidad el hecho de que Jon ha crecido en este tipo de torneos. Está dando los pasos correctos y en la dirección adecuada. Ya no es tan solo un ‘merodeador’; ahora se ha ganado con todas las de la ley la etiqueta de candidato a priori, lo que es mucho decir en la maravillosa jungla que es hoy el golf mundial, con tanto sujeto brillante abriéndose paso a machetazos. Tanto es así que ni siquiera el mejor Tiger ha podido con el ‘inspirado’ de turno. Porque si no es Koepka, será Thomas, y si no Dustin Johnson, o Reed, y luego le puede tocar a Spieth, cuando no aparece un Sergio o un Molinari, un Rose, un Rory…
Crónica | Koepka cerró todos los huecos a un Tiger Woods imperial
Puede que la diferencia final con el ganador nos lleve a engaño, y es verdad que Koepka emite señales que asustan y ha vuelto a parecer inabordable, pero ha sido cuestión de detalles que el español no haya estado en la pomada hasta el final, incluso si hablamos de la última ronda y aunque la realización televisiva estadounidense se empeñe con empecinamiento descarado y sinvergüenza ningunear sus méritos y esfuerzos.
Declaraciones de Jon Rahm: “estoy orgulloso de cómo me he manejado esta semana”
El trabajo que ha hecho esta semana en el Bellerive de San Luis ha sido el de un ganador. El modo como ha abordado la cita, la paciencia mostrada, la transformación (o evolución) mental a la hora de afrontar el reto, la capacidad de centrarse en cada golpe… No hace falta mostrarse excesivamente prudentes en el análisis: detrás de los cuartos están al caer las campanadas.
Por otra parte, el golf español recobra el pulso en el PGA Championship. Desde aquel segundo puesto de Sergio hace diez años, en 2008, la Armada no había obtenido ningún top ten en el torneo y este año han caído dos, con la inestimable aportación de Rafa Cabrera Bello, décimo, que firmaba el mejor registro de la jornada (64 golpes) compartido con Tiger y Hatton.
