¡¡Hola a todos!!
He tenido la suerte estas últimas semanas de recibir muchas y muy buenas visitas, aunque no encontraba el momento para actualizar mi blog y contaros cómo nos fue en nuestra semana en Valderrama en el Open de España. Fueron unos días sencillamente espectaculares, que nos vinieron fenomenal para recargar pilas y volver a Estados Unidos animados y felices. Creo que ya os he contado en alguna ocasión lo diferentes que son ambos circuitos, el americano y el europeo, y una de las cosas que más se echan de menos de este último es el ambiente familiar y cercano que reina en cada torneo. Nos reencontramos con muchos y muy buenos amigos, tuve la ocasión de conocer en persona a varios seguidores del blog (¡gracias por leerme!) y disfrutamos de una semana inolvidable después de dos años sin asistir a este torneo.
Entre unas cosas y otras en este 2016 no he tenido ocasión de viajar demasiado con Gon, así que me hizo mucha ilusión poder escaparme hace un par de semanas con él a un torneo del Web.com en Punta Cana. Tuve la mala suerte de coger una gripe que me obligó a estar en la cama los últimos días, a pesar de lo cual pasamos una gran semana en un sitio espectacular, y lo más importante, Gonzalo jugo bien y el segundo día tuvo una gran actuación que para mí fue el clic que necesitaba y que marcará un antes y un después en esta temporada.
Se acaba el año escolar y en pocos días nos volvemos los niños y yo a España a pasar el verano, ya que los meses de julio y agosto son los únicos que viajamos de vuelta y nuestras familias quieren aprovechar al máximo para estar con ellos. Yo me escaparé unos días a un torneo en EE.UU. y Gon dependerá un poco de los resultados que vaya teniendo las próximas semanas. Los últimos meses están siendo difíciles en lo que a viajes se refiere, pero como os he contado tengo plena confianza en que en las próximas semanas esta situación va a cambiar.
El otro día hablaba con una de mis mejores amigas, mujer de jugador también, que se encuentra en la misma tesitura que nosotros hace tres años, es decir, mudarse toda la familia a EE.UU., y me trajo muchos y muy buenos recuerdos de lo que supuso para nosotros dar ese paso. Es cierto que la situación en aquel momento era bastante distinta, pero la ilusión por construir nuestro futuro aquí durante los próximos años sigue intacta. La llegada fue dura, pero hemos aprendido, y !estamos listos para seguir adelante!
La siguiente entrada será ya desde España y ¡os prometo que no se hará tanto de rogar!
Gracias por leerme y hasta la próxima entrada
