Inicio Blogs El Ala Este del PGA Tour Las mujeres del golf
Unos días de descanso en San Francisco y la rutina de las mujeres del golf en un torneo profesional

Las mujeres del golf

Compartir
El mítico Golden Gate de San Francisco. © Alicia Carriles
1 de 3

¡Hola a tod@s!

Os escribo desde California, donde me encuentro acompañando a Gonzalo esta semana, que a partir de mañana juega el Ellie Mae Classic en el campo de Stonebrae, en Hayward. Aprovechando el viaje, me vine unos días antes para hacer turismo por San Francisco y alrededores, ya que Gon descansaba esos días, y disfrutamos de unos días divertidísimos, cruzando en bici el Golden Gate, conociendo Alcatraz, Sausalito, etc… Pasamos los últimos días entre Monterey y Carmel, haciendo la famosa 17 Mile Drive, una de las carreteras mas emblemáticas de EEUU, que discurre junto a la costa del Pacífico, entre Pacific Grove y Pebble Beach. Tuvimos suerte ya que tan solo un día después de irnos se declaró el estado de emergencia en el condado de Monterey por un enorme incendio que está arrasando miles de hectáreas en la zona.

El lunes por la tarde pusimos rumbo a Pleasanton, donde se disputa el torneo, el primero de los cinco restantes en el calendario de este año del Web.com. El objetivo es lograr meterse entre los 25 mejores, lo cual automáticamente le daría status para volver al PGA Tour la próxima temporada, o bien finalizar entre los 75 mejores para poder disputar las finales, en las que los top 25 a lo largo de esas cuatro semanas también ganan su tarjeta para el PGA. Como os podréis imaginar el objetivo no es ni mucho menos fácil, y la presión y ganas de hacerlo bien se hacen patentes entre los jugadores, si bien es cierto que si hay algo que Gon ha ganado en los últimos meses es autocontrol mental, ha aprendido a ser menos duro consigo mismo dentro y fuera del campo, y eso se refleja en su juego. Tengo total confianza en que las cosas esta vez van a salir bien, y creo que su momento está muy cerca.

Por lo demás, feliz de estar aquí pudiendo acompañar a Gonzalo, ya que este año entre unas cosas y otras apenas he podido viajar. Aunque hemos podido pasar los últimos días descansando, una vez que estamos en semana de torneo el plan cambia completamente. El lunes, martes y miércoles para él son días de entrenamiento intensivo en el campo, y salvo que tenga que ir a por mi acreditación o algo parecido, yo no suelo ir al golf. Si estamos en algún sitio interesante aprovecho para hacer turismo o conocer la zona, pero a diferencia de lo que la gente se piensa, normalmente los torneos en EEUU se disputan a las afueras (más aún en el Web), y salvo excepciones suele haber poco que hacer. Por suerte, y al igual que la mayoría de mujeres y novias de los pros, yo ya estoy muy acostumbrada, y no sólo no me importa pasar tiempo sola, sino que disfruto mucho y aprovecho para leer, escribir, hacer deporte o ponerme al día con series. Pero como siempre digo a mis amigas y familia cuando me dicen que me envidian viajando tanto: ¡¡no os engañéis!! Ni es tan glamuroso como parece (salvo que sea un Major), ni veo a Gonzalo tanto como os creéis. Suele irse del hotel a las 6,30 de la mañana, y hasta las 6 de la tarde como pronto no aparece de vuelta, y eso que cuando estoy yo el pobre se agobia a veces cuando sabe que estoy sola y viene antes. Al fin y al cabo, él esta trabajando y concentrado, y como es natural, las pocas horas que tiene libres en esos días de torneo las emplea en descansar, ir al gimnasio y poco más. Yo no podría aguantar ese ritmo, es admirable y trabaja durísimo, y por si fuera poco cada semana viajando de un lado al otro. Esto no quita para que yo disfrute muchísimo de estas semanas, no las cambio por nada y gracias a ello conozco muchísimos sitios diferentes, pero me sorprende la percepción tan diferente que tiene mucha gente de cómo discurren los días durante una competición.

En definitiva, y como yo siempre digo: para ser mujer/novia/acompañante de un golfista profesional hay que saber estar sola y ser una persona resuelta, tanto si viajas con él como si no, ya que al fin y al cabo la forma en que tú afrontes esos momentos repercutirá en mayor o menor medida en sus resultados. Dicho lo cual y después de este rollo que os he soltado, aprovecho para mandar un beso enorme a todas mis amigas del golf, que saben mejor que nadie de lo que hablo y conocen el tema de primera mano.

Gracias una vez mas a tod@s por leerme y mañana a apoyar a Gon, ¡¡ojalá esta sea su semana!!!

Hasta la próxima entrada