Inicio Blogs El blog del Profesor Marcos Sobrón El golf y el fortalecimiento del SER

El golf y el fortalecimiento del SER

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Si hay algo que hace del golf una actividad especial es mantener nuestra espiritualidad durante el juego, dominando nuestras emociones y permitiendo que golfista y juego sean uno solo…

Aunque existen muchos tipos de jugadores y niveles respecto al campo, hay una misma relación entre ellos: cada golfista juega en el campo contra sí mismo. En cada uno de esos niveles, el golf se convierte en una actividad física que precisa de un control mental.

Hay diversos factores que entran en juego para convertir una ronda en un verdadero ejercicio de fortalecimiento del Ser.

MENTE INTEGRADA

El golf es un juego donde se percibe una gran cantidad de información continuada, ya que se desarrolla a una velocidad muy lenta, aunque después, paradójicamente, el golpe se realice en un plazo de tiempo muy corto. Por esta razón, el control físico del golpe se hace muy difícil.

Esta diferencia entre el tiempo que se tarda de un golpe a otro con respecto a la propia ejecución, hace que sólo un buen control mental del juego maximice la realización de buenos golpes, buenos hoyos y buenos resultados.

Puesto que nuestro entorno es muy difícil de controlar, hay que enfocar nuestra concentración en la bola, y sólo en ella, como pieza fundamental del juego. Sin bola no existiría el golf.

Esta unidad entre jugador y bola precisa de cuatro factores:

Detener la actividad aleatoria de nuestra mente, calmar nuestras emociones, descansar nuestra atención para centrarla en la bola y por último, jugar desde la paz interior. Es como si nuestra mente necesitase ser como un mar en calma a la hora de ejecutar el golpe. Este proceso descrito ayudará a crear ese mar en calma.

RESPETAR LA NATURALEZA DE NUESTRO SWING

Todas las percepciones que vamos adquiriendo mientras se va desarrollando el juego condicionan nuestro ego y nuestra mente con emociones y miedos, contaminando la naturaleza de nuestro swing y alejándonos de esa unidad entre bola y jugador. Durante el juego nuestra mente y nuestro ego deben quitarse de en medio y permitir a la naturalidad cumplir su función. ¿Cómo? NO HACIENDO entrar en nosotros y alejándonos del HACER.

VIVIR EL PRESENTE: EL AHORA

El golf es un juego en el que la veteranía es un grado. Cada vuelta es distinta, cada golpe es único e irrepetible, lo que ocurrió antes de ese golpe o lo que vaya a ocurrir después del mismo no tienen importancia puesto que mediante el pasado o el futuro no podemos controlar lo que va a suceder en al ahora. Cuántas veces nos hemos encontrado que después de un golpe horrible hemos embocado ese chip o putt sorprendente. Cuántas veces después de ese golpe fantástico hemos fallado ese putt de medio metro.

La experiencia se adquiere a medida que se viven situaciones que nos hacen un mejor jugador, pero siempre vividas desde el AHORA, en el momento presente y en total conjunción entre el juego y el jugador.

Tres preguntas se convierten en básicas a la hora de estar en el presente: a dónde voy a tirar, por qué voy a tirar allí y cómo lo voy a hacer. Estas tres cuestiones convierten el simple hecho de realizar un golpe en una experiencia presente que se guardará en nuestro subconsciente para generar experiencia.

Una vez determinadas estas condiciones, nuestra misión es adentrarnos en el golpe sumergiéndonos en la profundidad de nuestro Ser a través de una mente integrada, manteniéndonos ahí presentes y haciendo tan sólo lo que hay que hacer.

JUGAR DEL CORAZÓN AL HOYO A TRAVÉS DE LA BOLA. EL CONTROL DE LA ENERGÍA

Tal y como dice la física cuántica, nuestros espíritus están creados por la misma energía de la que está creado el Universo. Somos capaces de hacer cualquier cosa, somos Dios. En este contexto y siguiendo nuestra propia intuición seremos capaces de conquistar cualquier objetivo, aunque para que ello ocurra deberemos antes haber renunciado a ello. Todo es posible, pero siempre desde el contexto en el que no hay nada que perder. Cuando no se espera nada, pero se hace lo posible por conseguirlo, es cuando se consigue.

En ese estado de unidad alcanzamos la perfección actuando desde ese lugar que está en nuestro interior eliminando cualquier tipo de pensamiento negativo o excesivamente positivo.

Para alcanzar este estado de perfección debemos ser conscientes de que debemos comenzar de nuevo en cada vuelta, en cada hoyo y en cada golpe. Debemos también detectar cuándo empiezan esos pensamientos incorrectos para detenerlos inmediatamente y aceptar la responsabilidad total de todo lo que suceda sin excusas que vengan del exterior.

Tal y como la técnica precisa de un método, nuestra unidad y control mental precisa de un método que nos permita afrontar el golpe con máximas garantías:

– Cada vuelta, cada hoyo y cada golpe empieza y acaba. Lo importante es saber que en cada uno de ellos estamos dispuestos a empezar de nuevo, a re-definirnos.

– Debemos ser capaces de detener ese exceso de pensamientos y comenzar nuestro método una y otra vez hasta que estemos en las condiciones óptimas de afrontarlo.

– Tú, como jugador, eres el único responsable de lo que pasa. Nunca deberemos culpar a agentes externos de los resultados de nuestro golpe, hoyo o vuelta.

– No tomes decisiones si te encuentras inseguro. Dentro de la inseguridad están los pensamientos de nuestro ego y de nuestra mente que no nos dejan ser uno con la bola y el campo. Vuelve a tu rutina y empieza de nuevo pero siempre desde dentro de la seguridad más absoluta.

– Eres Dios, eres Energía divina y eres capaz de hacer todo lo que quieras, pero habiendo renunciado de antemano a tus objetivos. Puede salir bien y puede salir mal, pero ya está asumido de antemano. En ese momento no tendrás nada que ganar, nada que perder, tan sólo jugarás, dejarás que el juego se adueñe de ti, siendo uno con la bola, el palo y el campo.

MÉTODO

Tal y como ocurre en la vida, el golf precisa de un método, una manera de hacer las cosas para poder sacar el máximo rendimiento.

Respetar la naturaleza de nuestro swing y vivir el presente no quiere decir que no intentemos hacer en el swing lo que se debe hacer. Es decir, la técnica siempre estará presente. Para ello debemos distinguir tres estados previos antes de ejecutar el golpe o bien desarrollar un entrenamiento en condiciones.

Tal y como dice Vision 54, a esos tres estados los llamamos cajas. Durante la preparación previa del golpe debemos crear zonas independientes que llamaremos:

1. Caja de pensar

Es la principal, es donde todo ocurre, donde nos preparamos para el golpe. Dentro de la caja de pensar vamos a distinguir dos episodios, el técnico-estratégico y el mental. Ambos se juntan produciendo el AHORA.

– A dónde quiero tirar

– Por qué quiero tirar allí

– Cómo voy a hacerlo técnicamente

Una vez decidida nuestra estrategia y elegida la técnica para llevarla a cabo, estamos preparados para integrar nuestra mente. Sabemos lo que queremos hacer y cómo lo vamos a hacer, sólo nos queda darle a nuestro Ser la posibilidad de integrarse con el golpe.

– Detener el exceso de información, hay que buscar que nuestra mente esté en calma como un mar tranquilo en una mañana de verano. Para ello ayudan mucho las respiraciones profundas diafragmáticas. Sentiremos que al tiempo que inhalamos profundamente expandiendo el diafragma vaciaremos nuestra mente hasta alcanzar ese estado de quietud mental que precisamos para el golpe. Una vez alcanzada esa paz interior estaremos preparados para decidirnos. Unos swings de prácticas, una auto-afirmación de que lo vamos a hacer bien y listos para el siguiente paso.

2. Línea de decisión

La línea de decisión marca una frontera infranqueable entre la caja de pensar y la caja de jugar. Nada de lo que ocurre en la caja de pensar puede pasar a la caja de jugar, a excepción de la seguridad de nuestra decisión y del estado de integración que hemos adquirido.

3. Caja de jugar

En la caja de jugar nuestra función es prepararnos para el golpe, por lo que tendremos que construir un orden de colocación cuyos puntos nos confimen que es la correcta. Al mismo tiempo, ese orden nos debe mantener presentes en lo que estamos haciendo, integrarnos con la bola y el campo y permitirnos respetar la naturaleza de nuestro swing. El orden de colocación:

– Palo

– Pies

– Manos

– Cuerpo

Una vez colocados e integrados buscaremos algo, un gesto, un movimiento, una sensación, que nos haga respetar la naturaleza del swing. Yo recomiendo un pequeño bamboleo de la cabeza del palo que enlace nuestro estado mental con la naturaleza del swing. Cada jugador lo siente de manera diferente y debe encontrar lo que mejor le vaya.

En ese estado de calma ejecutaremos el golpe.

Lo verdaderamente importante de la caja de jugar es que nada de lo que tenga que ocurrir en la caja de pensar suceda en ella. Debemos estar en el NADA para estar completamente en el TODO. Cualquier información, sensación o miedo debe determinarnos inmediatamente a salir de la caja de jugar e iniciar el proceso otra vez en la caja de pensar.

4. Zona de bola a bola

Imagina que estás sentado en el vagón restaurante de un tren junto a la ventana. Estás disfrutando de tu comida, pero a la vez disfrutas del paisaje, ves como pasan las montañas, los árboles, las ovejas que pastan, los pájaros que vuelan. Estás en la zona de bola a bola. Es una zona de disfrute, de paseo integrado con el campo, de oler la hierba recién cortada, de apreciar la belleza del hoyo y de ser uno con el campo. Estás ahí, presente, lo estás viviendo y lo estás disfrutando. Puedes analizar el golpe anterior, sacar tus conclusiones, pero siempre desde de la integración.

Ahora, cuando llegas a la bola es cuando el tren entra en el túnel, es un sobresalto, un despertar, es el momento de ponerte en situación de alerta y ahí empieza todo otra vez, golpe a golpe, hoyo a hoyo y vuelta a vuelta.