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¿Funciona de verdad el ‘Factor X’ en golf?

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Hace ya casi un par de décadas que el llamado ‘Factor X’ se introdujo en el mundo del golf. Muchos ya conocerán la definición: la diferencia existente entre la rotación de la línea formada por los hombros en relación a las caderas en lo alto del backswing. Esta teoría llenó portadas de revistas y ocupó horas de debate en televisión, donde muchos instructores hablaban de la importancia de mantener las caderas lo más inmóviles posibles durante la subida del palo. Por desgracia, hoy día son todavía muchos los que aún la predican.

Mantener las rodillas flexionadas al subir el palo para generar potencia es un concepto que ha quedado obsoleto gracias a estudios como los que desarrolló el doctor Phillip Cheetham

¿Qué ha sido del “Factor X” desde entonces? Digamos que ha evolucionado, al igual que la enseñanza del golf en general. Del mismo modo que sucedió con el swing de uno o dos planos, mantener las rodillas flexionadas al subir el palo para generar potencia es un concepto que ha quedado obsoleto gracias a estudios como los que desarrolló el doctor Phillip Cheetham en el año 2001, titulado ‘El tramo X-Factor’ (lectura completa aquí).

¿Por qué ha quedado obsoleto ese concepto? Pues, como bien dice el Dr. Cheetham, porque ese “Factor X” cambia rapidísimamente durante el downswing. Midiendo el correspondiente a un grupo de buenos jugadores y a otro de jugadores de nivel medio (más de hándicap 15) en lo alto del backswing no encontró una correlación directa con el “Factor X” máximo alcanzado por cada uno de ellos. Así es: la máxima diferencia entre la línea formada por hombros y caderas no ocurría en lo alto del backswing, sino en las fases tempranas del downswing.

Un simple análisis actual de la subida del palo de un buen jugador de golf le indicará que para girar los hombros en la subida las personas no sólo movemos los hombros, sino que hay múltiples músculos alrededor de ellos y de la espalda que permiten la rotación de un jugador de golf durante el backswing

Éste fue el primer estudio que tumbó el concepto de “Factor X”, pero ha habido muchos más, especialmente en el campo de la biomecánica. Un simple análisis actual de la subida del palo de un buen jugador de golf le indicará que para girar los hombros en la subida las personas no sólo movemos los hombros, sino que hay múltiples músculos alrededor de ellos y de la espalda que permiten la rotación de un jugador de golf durante el backswing. En otras palabras: no es tan fácil como trazar una línea en una pantalla y tomarla como referencia.

Si escucha aquello de mantener las rodillas “bien flexionadas” en la subida, póngase alerta

Es curioso que, a pesar de ser un estudio de cierta antigüedad y tener el apoyo de tantos estudios probados, este concepto haya conseguido sobrevivir hasta nuestros días. Probablemente sea por un nombre pegadizo y la promesa de explicar algo complejo en un par de frases. Otro día analizaremos qué métodos se están siguiendo hoy día para ganar distancia de un modo ‘científico’. Es decir, probado. Mientras tanto, si escucha aquello de mantener las rodillas “bien flexionadas” en la subida, póngase alerta. Y pregunte, que a lo mejor no es por el famoso ‘Factor X’.

*Enrique Soto es profesional de la PGA Británica y su cuenta de twitter es @esoto

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