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Aprender a practicar para mejorar

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Por Nacho Bermudo, profesional del Real Club de Golf de Sevilla 

Es habitual ver cómo en la mayoría de los campos españoles las personas que van a jugar no suelen pisar el tee de prácticas antes o después de un día de golf…

Lo más normal es que lleguen corriendo y sin tiempo más que para hacer un par de swings violentos con el driver y zurrar el primer mamporro a la bola en el tee del 1. 

 Esta es una de mis luchas con los alumnos. Les intento hacer ver que lo más sano es hacer un buen calentamiento, un buen estiramiento, dar unas cuantas bolas en la zona de prácticas y luego salir al campo. Creo que sólo tengo dos alumnos que hacen este ritual de forma asidua. Es evidente que la posibilidad de lesiones aumenta si no se hace un buen calentamiento pero, y esto es lo que más duele al principiante, lo que más va a sufrir durante los primeros hoyos del día tras una salida apresurada al campo es el propio swing del jugador.

Hay muchos que no se creen que pegan a la bola mejor cuando están sueltos, pero es bien sabido que uno es capaz de desarrollar un swing más correcto si ha realizado antes un buen calentamiento. Normalmente utilizo ejemplos simples y claros cuando un alumno viene y me pregunta algo relacionado con lo último que ha leído en un libro o en una revista especializada.

Les digo que vean el próximo torneo que pongan en televisión y se fijen si hay algún jugador que realice ese truquillo del que ha oído hablar. En el cien por cien de los casos se dan cuenta de que la mayoría de los jugadores profesionales no suelen utilizar dichos trucos para hacer buenos movimientos.

Fijarnos en la elite del golf europeo o americano nos hace ver como casi todos (exceptuando a algún artista como Carlos Franco) llegan a la zona de prácticas una hora media antes de su hora de salida. Es así de simple. Si las personas a las que más les interesa en el mundo  tener un buen día de golf inician la jornada con una buena tanda de calentamiento, estiramiento y práctica será porque con ello consiguen el máximo rendimiento en su ronda.

Además de tratar de imitar a los jugadores profesionales los principiantes deberían tener en cuenta cómo un mal día de campo  puede llevar al traste un swing. Durante los 18 hoyos tenemos infinidad de situaciones en las que parece que lo que hacemos en el el tee de prácticas no nos sirve para nada (esto lo tengo que oír unas 15 veces diarias).

El tema del lie de la bola (situación donde reposa la bola, calle, rough, etc…) es algo que intento explicar cada día para que lo tengas grabado en la memoria.Los principiantes se empeñan en pegar bolas en las situaciones más complicadas porque creen que así simulan lo que luego se van a encontrar en el campo. Grave error. Casi nunca vas a encontrar a un pro practicando una situación similar en la zona de prácticas. Practican  un stance, un ritmo, un swing, etc… y eso les hace adquirir un equilibrio que les permite no fallar cuando tienen dificultades con el lie de la bola o con el stance.

 Hay que incidir en que cuando uno practica un movimiento con la bola mal colocada debe hacer unas correcciones en el swing que le hagan contactar con la bola de forma más o menos acertada. De este modo lo que se consigue es la degeneración total del movimiento.

El ejemplo es fácil, lo veo todos los días en mi club: persona que empieza a jugar y que considera que debe pegar la bola desde el suelo tal y como quede al sacarla de la cesta. Persona que, al tener la bola más baja o hundida en el césped tiene que hacer un mayor esfuerzo para impactar la bola. Este mayor esfuerzo se traduce en obligarse a hacer una bajada más descendente de lo normal porque necesita que la cabeza del palo llegue más abajo en el impacto…

Para cuando quiere darse cuenta, el típico golpe machacón de fuera hacia dentro está enquistado. De ahi la importancia de una práctica consciente para mejorar. En una próxima clase daremos consejos útiles de cómo planificar una sesión de práctica.