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El swing de golf y los fundamentos de un lanzamiento

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Severiano Ballesteros.
Severiano Ballesteros.

Desde hace años vengo defendiendo la función trascendental del lado derecho en el swing de golf.

Tal y como afirmaba Severiano Ballesteros en el libro ‘Golf Natural’, la tendencia en el enseñanza del swing ha sido fundamentalmente desde el brazo izquierdo, en contra de la lógica más absoluta del uso de la mano hábil para generar el movimiento.

La idea de que el golf es un juego de zurdos para diestros me ha parecido siempre una premisa ridícula. Puesto que la mano derecha es la parte más próxima a la cabeza del palo, siempre he creído que debería ser el principal transmisor de la sensación y del control”, aseguraba Seve en el libro.

Dejar que la mano derecha desempeñe un papel vital en el swing es para mí algo natural y lógico. Después de todo, siempre he dependido mucho más de la mano derecha que de la izquierda para hacer cualquiera de las actividades de la vida cotidiana”, añadía el genio cántabro.

Estas dos afirmaciones de uno de los jugadores más importantes de la historia son tan demoledoras que no llego a comprender cómo no ha generado una corriente en la enseñanza no sólo en nuestro país, sino también a nivel mundial.

Aunque nunca sabremos el origen de su teoría, puedo llegar a imaginar que su concepto de la mano derecha comenzó porque el gran maestro autodidacta empezó a tener la sensación del uso del lado derecho como motor del swing de una manera casual. Después, esta técnica le puso en el camino para convertirse en el genio que fue.

Segar el pasto para las vacas con una guadaña, tal y como hacía de niño, seguro que fue un ejercicio que le llevo a entender muy bien el funcionamiento del swing con la mano derecha, puesto que, aunque ejecutado en planos diferentes, resume a la perfección la rotación y la torsión en el swing de golf.

Desde el momento en que podemos considerar el uso fundamental de la mano y antebrazo hábil como motor del swing podemos comenzar a considerar también el swing de golf como un lanzamiento. Indudablemente, ambas manos y ambos brazos tienen su función debido a que están sujetando el palo.

Aunque hay tantas maneras de mover el palo como jugadores, todos los métodos y todos los jugadores se pueden reducir a dos grupos generales:

Balanceadores o estiradores del brazo izquierdo que lo hacen desde el lateral externo de la muñeca izquierda (acumulador de potencia 3), y a través del hombro izquierdo (AP4).

Lanzadores o empujadores que lo hacen desde el codo (AP1) y la mano derecha (AP2). Siempre visto, como es lógico, desde el punto de vista de un diestro, al revés para un zurdo.

Ambos métodos se diferencian en el orden e intensidad del uso de los acumuladores de potencia:

1.Codo derecho

2.Muñeca derecha

3.Dorso de muñeca izquierda

4.Hombro izquierdo.

La diferencia fundamental estriba en que el Balanceador que usa primordialmente los acumuladores izquierdos, lo hace estirando y sólo estirando, mientras que por el contrario, el Lanzador primero lanza o empuja utilizando los acumuladores de potencia derechos y después puede ayudarse estirando del lado izquierdo utilizando sus propios acumuladores de ese lado.

Un lanzamiento básico puede ser de tres tipos dependiendo del plano de lanzamiento:

Alto: cuando el lanzamiento del objeto es hacia el aire y se hace por arriba de los hombros: Jabalina, una piedra…

Horizontal o medio: cuando el lanzamiento es horizontal, tipo béisbol o tenis

Bajo: cuando el lanzamiento se hace hacia y por debajo de los hombros, por ejemplo bolos, canto plano en un lago y como no, el golf.

Todos los lanzamientos tienen dos fundamentos en común: la utilización de la mano, codo y hombro derecho en rotación externa para generar la potencia y la rotación del torso sobre la cadera, pie adelantado y opuesto a la mano que lanza.

El golf es un deporte en el que la bola se encuentra en reposo en el suelo, nuestra pelvis y espalda se encuentran inclinados en ante-versión sobre la bola y además, los pies se encuentran en relativo reposo con el cuerpo de perfil al objetivo y con las dos manos sujetando el palo de manera que la mano derecha se encuentra más cercana a la cabeza del palo.

Radicalmente, es el movimiento deportivo más complicado de todos los deportes que existen y para colmo lo practicamos a zurdas puesto que la gran mayoría de los jugadores del mundo son balanceadores. Curiosamente, esa gran mayoría hace algún tipo de efecto hacia la derecha.

El movimiento del swing se basa en la rotación debido a que la bola se encuentra frente al jugador. Paralelamente, la bola se encuentra en el suelo y por ello también existe un movimiento en forma de doble péndulo en el que intervienen las fuerzas del suelo generando un columpio en el que el palo debe subir, bajar y volver a subir.

Al igual que en el movimiento humano las cadenas musculares son cruzadas, la parte derecha superior funciona con la parte izquierda inferior y viceversa, mientras que el centro del movimiento se encuentra en el diafragma.

Si el objeto del swing es generar una aceleración angular a la cabeza del palo para que golpee a la bola y su masa desplace a una masa menor a una determinada distancia, lo más lógico es generar un lanzamiento de la cabeza del palo hacia abajo, hacia a la bola para que adquiera dicha aceleración.

En este sentido, la mano hábil trabaja en conjunción con el pie adelantado, el codo hábil con la rodilla adelantada y el hombro del brazo hábil con la cadera de la pierna adelantada.

Para que pueda haber un lanzamiento, la utilización del codo es fundamental y la potencia se saca desde la rotación externa del hombro, aunque para ello es fundamental que el propio codo se encuentre bajo y el centro de masa del palo se encuentre por debajo del plano del swing.

El brazo izquierdo tiene una función indispensable de radio del arco y de sujeción en el impacto, pero desarrolla un papel secundario en el backswing. Mientras, el derecho es el motor del movimiento con el objeto de colocar las manos y el palo en el backswing de tal manera que sea posible lanzarlo o empujarlo en el downswing hacia la bola y sobre el pie adelantado.

Un repaso a la máxima de Seve

Esta concepción entra de lleno en el eterno debate de qué parte del cuerpo genera el primer movimiento de bajada: la cadera adelantada o las manos con el palo.

El Balanceador, al utilizar los acumuladores de potencia adelantados antes (canto de mano izquierda y hombro izquierdo), lo harán siempre sobre el pie y cadera atrasado según la cadena muscular cruzada y para ello deberá generar un movimiento consciente de traslación del centro de masa hacia el pie adelantado a través de la cadera.

Ese movimiento consciente es el problema, puesto que no existe ningún movimiento de lanzamiento en el que se tenga que estar pensando en lo que deben hacer las caderas generando el riesgo de desconectar la cadena muscular cruzada y por lo tanto el lado derecho del palo en el downswing.

Una secuencia de movimiento debería venir en un lanzamiento desde la mano, codo y hombro del brazo hábil en contra del pie adelantado y una rotación sobre la cadera adelantada de tal manera que el desgire de la pelvis se convierta en un movimiento inconsciente y natural simultáneo a la bajada del palo.

Como en cualquier lanzamiento, mientras se realice sobre el pie, rodilla y cadera adelantados, la rotación de pelvis será más rápida que la del torso, y por el contrario, si se genera la bajada sobre el pie y cadera atrasados, ambos pelvis y torso perderán la coordinación del movimiento. Así la línea de lanzamiento (el path de la cabeza del palo en el caso del swing de golf) dependerá del momento en que la mano libere el lanzamiento y el cuerpo la extensión, provocando pushes, push-slices o push-hooks si el lanzamiento viene por abajo y pulls, pull-hooks o slices si se hace por arriba en un desgiro simultáneo de pelvis y torso.

De hecho cuando lanzamos una piedra jamás estamos pensando en lo que la cadera izquierda debe hacer para desgirar al tiempo que pasa el peso sobre el pie adelantado. Si lanzamos una piedra desde la rotación en la cadera atrasada lo más lógico será que no acertemos la línea de lanzamiento y todo dependerá del momento en el que soltemos la piedra con la muñeca derecha.

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En la posición del torso y de la pelvis inclinada sobre la bola, las rotaciones de los planos secundarios (rodillas, caderas y hombros) no se pueden realizar en un plano horizontal porque eso implica un desplazamiento del eje y el consecuente traslado del centro de masa al exterior del pie atrasado, condición que hace imposible cualquier tipo de movimiento ágil en una secuencia de lanzamiento.

Este tipo de movimiento precisa inevitablemente de un movimiento consciente de traslación de la cadera adelantada hacia una rotación sobre esa misma cadera y pie adelantado. Puesto que existe una cadena muscular cruzada ese empuje de la cadera adelantada hacia delante puede dejar al hombro derecho bajo y atrasado y por lo tanto con el centro de masa atrasado.

Por el contrario, una rotación horizontal de los planos secundarios en un movimiento del centro de masa al lado adelantado provoca un pivote inverso en el backswing y como consecuencia una reacción en el downswing sobre la cadera y pie atrasado.

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Ambas secuencias producen por descoordinación el mismo problema: un lanzamiento en una rotación sobre el pie y cadera atrasada.

En un movimiento de rotación correcto, en una posición de ante-versión, las rotaciones deben ser en un plano inclinado, el centro de masa debe pasar hacia el interior del pie atrasado, pero la presión debe mantenerse sobre la punta del pie izquierdo y para ello es preciso que el glúteo derecho se encuentre activado en el tope del backswing.

En este sentido hay que tener en cuenta que la parte que mueve al palo en el backswing es el torso a través de la mano, antebrazo y codo derechos. El torso, al realizar su giro en el plano secundario correcto, pedirá ayuda a la pelvis y, a través de las caderas, la pelvis pedirá ayuda a las rodillas y éstas a los tobillos.

Unas rodillas activas en el primer tramo del backswing lo único que están haciendo es generar giro de pelvis y por lo tanto se le quita al torso su función, generar torsión.

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Esta torsión viene obligada por nuestra postura, por la posición de la bola en el suelo y la configuración por diseño del palo. Es el fundamento de un swing de golf y condición primordial para generar potencia.

Un balanceador generará un downswing que vendrá iniciado por la rodilla y cadera adelantada de una manera consciente y un lanzador lo hará desde las manos y palo generando presión contra el suelo en el pie adelantado provocando que el desgiro de la pelvis sea un movimiento natural, inconsciente y simultáneo al propio downswing.

Concebir el swing de golf como un lanzamiento genera muchas ventajas debido a que la visualización del movimiento es mucho mayor, el tiempo de aprendizaje se reduce enormemente y el porcentaje de buenos swings aumenta radicalmente. Y además, a mejores niveles produce un vuelo de bola controlado con un swing más libre.