Por Alejandro Rodríguez, redactor del diario Marca
Asia embaucó primero a Europa…
Contratos millonarios, premios astronómicos y lujo por doquier han sido los argumentos básicos para lograr que el Circuito Europeo, repetimos, Europeo, haga las maletas, abandone su viejo continente y se meta en un ostentoso rascacielos en medio de Dubai. Por no hacer referencia al número ingente de torneos que se celebran en tierras de Oriente.
Pues bien, ahora el brillo asiático también deslumbra en Estados Unidos y parece haber nublado la vista de los tradicionales organizadores del Masters de Augusta, el torneo más emblemático del mundo junto al Open Británico.
Hace unas horas se daban a conocer tres invitaciones especiales que han decidido cursar los dueños del Augusta National para 2008. Los agraciados son Liang Wen-Chong (China), Prayad Marksaeng (Tailandia) y Jeev Milkha Singh (India), todos ellos procedentes del emergente mercado asiático.
No decimos que estos tres jugadores no sean merecedores de una distinción como ésta, pero resulta evidente que antes que ellos hay algunos nombres que, por sus méritos en el campo, se han ganado estar por delante.
Clama al cielo que un hombre como Colin Montgomerie, que lo es todo en el Circuito Europeo (31 títulos y ocho veces ganador del Orden de Mérito) no esté por delante de cualquiera de esos tres jugadores a la hora de recibir esta invitación.
Liang es el jugador 91 en el ránking mundial, Singh el 81 y Marksaeng el 79. Los dos primeros atesoran un sólo título del circuito Europeo, mientras que Marksaeng sólo ha ganado en Asia. Vamos que visto así, Gonzalo Fernández Castaño, con tres victorias y siendo el número 93 del mundo se merece mucho antes que ellos esta invitación…
Pero claro, hablamos de mercados, de negocio, de audiencias de televisión, de merchandising… Y ahí sí, nadie como los asiáticos. Y si encima hay un jugador chino, apaga y vámonos.
Que se lo pregunten si no a la NBA con Yao Ming, jugador más votado cada año para el All-Star, mimado hasta el máximo por el campeonato americano, pero que, de momento, no ha conseguido meter a Houston en ninguna final. Eso sí, vende camisetas como nadie.
