Cuando acabó el torneo y me dijeron que ya tenía asegurada la tarjeta no me lo podía creer. ¿Pero seguro? ¿Cien por cien? Mira a ver bien no vaya a ser que estos sean dólares canadienses y no americanos y aún me vaya a quedar un poco… Pero no, no. Confirmadísimo. Dólares USA y tarjeta para el año que viene. Estoy muy emocionado.
La primera sensación tras haber conseguido el objetivo es de alivio. Aunque me proponía no hacerlo, era inevitable pensar cada semana en la tarjeta. Era una presión añadida y quién sabe si al final esa presión ha sido una de las razones de que no haya ganado en Canadá o en Congressional. No lo creo, la verdad, pero quién sabe. Pincha aquí para leer el blog completo en la web de la Federación Vasca de Golf.
