Y entonces te das cuenta de lo rápido que pasa el tiempo. Subido en un avión camino de Roma redacto este texto de uno de los grandes amateurs que ha tenido España. Parece que fue ayer cuando un jovencito andaluz aterrizaba en Madrid. Era bueno, muy bueno diría, pero todavía se hizo mejor. La magia que fluye por sus manos recuerdan a Mickelson, al gran Tiger o al mismísimo Seve. Un juego corto maravilloso.
Lo llamo sin saber dónde está.
– Fito, te llamo yo que tengo llamadas gratis.
– Pero, ¿dónde estás?
– En la PQ1 del Tour en Bogogno (Italia).
Cuelgo y al segundo suena el teléfono.
Es Mario Galiano. El pasado jueves dio el salto al profesionalismo. Una carrera amateur plagada de éxitos. Aparte de todos los torneos nacionales ganados (incluye 5 Copas Puerta Hierro consecutivas) hay que destacar la medalla de oro en el Campeonato de Europa por equipos y el bronce en el Mundial Amateur. Ha tenido la suerte de coincidir con una generación brillante de golfistas. Jon Rahm, Pep Anglés o Scott Fernández son algunos de los compañeros de viaje que ha tenido en sus años de crecimiento.
Pero Mario se ha hecho mayor. Él y todos. Así que ha llegado la hora de convertir su hobby en una profesión. O por lo menos intentarlo. No hace ni una semana que volvía del Mundial de México y ya está intentado labrarse un futuro en el mundo profesional. Exactamente se encuentra en Bogogno (Piamonte) disputando a partir de este martes la primera fase de la escuela del Circuito Europeo. Tendrá que pasar tres si quiere estar en primera división. Tarea nada sencilla y que muy pocos consiguen.
Mariete, ¿qué tal está el juego?
La verdad es que pegándole mejor. Mucho más confiado que hace algunos meses.
¿Desde el tee?
Dándole bastante bien. Ya las pongo en juego -se ríe-.
¿Qué tal fue el Mundial?
Sin más. El primer día jugué muy bien. Luego fui perdiendo fuelle.
Al final novena posición…
Así es. No fue el puesto esperado pero la realidad es que estaba todo realmente igualado. A falta de nueve hoyos estábamos en segunda posición, pero unos minutos después habíamos caído a la novena plaza. Podía haber pasado cualquier cosa. Salvo los australianos -que estaban imperiales- cualquier equipo podía haber sido plata y bronce.
Y, cuéntanos un poco del futuro. Si no sacases la carta europea, ¿qué planes tienes?
Intentaré jugar los Challenge que me inviten, el Circuito español Meliá Gambito y algunos Gecko. Puedo organizarme un buen calendario.
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Todavía es pronto. Este año no he jugado muy bien así que de momento no es fácil. Hay que esperar a ver qué pasa en la Escuela del Tour. En principio echaré la solicitud para el Pro Spain de la Federación Española y el resto habrá que esperar.
¿Algún mánager?
Sí, sí. Estoy con Carlos Rodríguez, el mánager de Sergio García.
Y de equipo de trabajo
En la parte técnica sigo trabajando con Francisco Parrón. (Parrón también está trabajando con Adrián Otaegui). Psicológicamente trabajo con Óscar del río y la parte física con una empresa que llevan Fran y Quique (Body Peak Performance).
Mario Galiano, otra joya amateur que da el salto. ¿Nos hará vibrar tanto como Cabrera y García en esta Ryder? El tiempo lo dirá. A nosotros sólo nos queda desearle eso que cantaba Vicente Fernández en una de sus rancheras: «Ojalá que te vaya bonito».
