Que no se acabe nunca
Alejandro Aguilera ya está en la gran final de la 90ª edición del British Boys. Lo ha conseguido después de ganar dos partidos épicos. Por la mañana se deshacía del inglés Daniels en el cuarto hoyo de play off. En semifinales eliminaba al sueco David Nyfjall por 2&1.
Hemos vivido un día apasionante que tardaremos mucho en olvidar. Su juego va a más y nos está haciendo vibrar como jamás pensé que se podría hacer en un campo de golf. La familia Montero –artífices de los vídeos–, Francisco Parrón y el que escribe esta crónica estamos creando un ambiente realmente bonito.
Cuartos de Final
El partido que os voy a describir es quizás el más emocionante que he vivido nunca.
Arrancaba una mañana ventosa en Muirfield. Aguilera tomaba la iniciativa en los primeros compases del partido. Sólido desde el tee y también acertado en los greenes. Raspu cogía una ventaja de 2Up después de los primeros cinco hoyos. Tres putts en el 6 pusieron algo nervioso al madrileño. De ahí hasta el hoyo 12, sucesión de errores y aciertos por ambas partes. El hoyo 13 es un momento clave en el match. Alejandro pega un golpe maravilloso en el par 3. Consigue el birdie y crea el primer momento mágico del día. De ahí hasta el final vivimos un match extraordinario y cardiaco. El inglés toma el mando en el hoyo 17. Ha hecho birdie y deja a Alejandro contra las cuerdas. Pero el 18 de Muirfield está aguardando algo maravilloso. Estoy contándolo y los pelos se me ponen de punta. Y eso que han pasado más de seis horas.
El inglés juega dos golpes magníficos. Deja su bola a unos siete metros para birdie. Recordad que este hoyo es durísimo. El viento está de la derecha y favorece el efecto natural de Raspu. Su hierro 5 se gana un hueco en la historia de este torneo. Sacándola por el búnker de la derecha consigue darle el efecto justo para dejarla a tan solo dos metros y medio. Muirfield se cae. No se ha visto prácticamente ningún birdie en la semana. Alejandro acaba de conseguirlo ante el asombro de todos los presentes. El inglés no da crédito. «Something special is happening», me dice un escocés que está siguiendo el match. El play off caerá de nuestro lado en el hoyo 4. Alejandro consigue el par y pone los dos pies en semifinales. Un sueco espera.
Semifinales
La tarde es preciosa. No sé si ha sido el sufrimiento de la mañana, pero lo cierto es que estamos tranquilísimos. En un abrir y cerrar de ojos nos plantamos en la segunda vuelta. Están jugando un match de un nivel altísimo. Hay varios hoyos claves. En el 12, Aguilera hace birdie después de dejarla dada con el hierro 8. El sueco no se queda atrás. En el par 3 del 13 es él quien la deja prácticamente dada. Salimos A/S al 14. Aguilera en el centro de la calle. David pierde un golpe en unos de los búnker de calle. El 4 es suficiente para colocarse 1 Up al 15. Otro hoyo importante. Alex ha mandado su segundo golpe al búnker de green. La bola está clavada y el talud es muy alto. Todavía no sabemos cómo, pero consigue el par. Seguimos igual y nos encaminamos al 16. El sueco se vuela todo el green. Aguilera consigue el par y pone el partido a punto de caramelo. La estocada final llegará en el par 5 del 17. Ambos están pateando para eagle. Raspu justo fuera de green a unos 29 pasos. El sueco tiene una chance a doce metros. El putt que tira Alex es impresionante. Roza el hoyo para ganar el partido. No podemos más. David no consigue el eagle y el partido muere en este mismo instante.
Y mañana la gran final. Jugará contra el alemán que eliminó a Miguel Bisellach: Falko Hanisch. Un partido para disfrutar y seguir soñando. Y seremos seis hooligans animando. El padre de Raspu no quiere perderse este día tan especial.
¡Que el sueño continúe!
