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Una conversación con Tiger Woods

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Eduard Rousaud con Ian Poulter y Tommy Fleetwood.
Eduard Rousaud con Ian Poulter y Tommy Fleetwood.

La Ryder Cup 2018 ya nos está dejando imágenes y vídeos impresionantes. En Le Golf National se está disfrutando cada minuto como si fuera el último. Cientos de aficionados dando aliento a europeos y americanos. Y desde bien dentro están disfrutando de esta experiencia los jugadores de la Junior Ryder Cup.

La anécdota del día la ha protagonizado Eduard Rousaud. El jugador catalán tenía un pequeño percance por la mañana. Durante la comida se cortaba en el dedo y tenía que ir a la enfermería. Justo en ese momento los jugadores de la Junior Ryder Cup recibían en el putting green la visita de Tiger Woods.

Eduard Rousaud con Zach Johnson.
Eduard Rousaud con Zach Johnson.

Rousaud, fiel seguidor y admirador del “Tigre” se perdía el momento de la semana. Lejos de lamentarse, y con el atrevimiento que le caracteriza, ha aprovechado la presencia de Tiger -unos minutos más tarde- para hablar con él. Así, tal y como os lo cuento, de la forma más espontánea del mundo, se ha acercado a hablar con su ídolo.

Cualquiera le hubiese dicho que era su ídolo, que era impresionante estar con él, y todas estas típicas frases que se suelen decir cuanto estás con uno de tus referentes. Cualquiera que no fuese Eduard, porque quienes le conocemos sabemos lo maduro e inteligente que es.

Eduard Rousaud con Michael Greller, caddie de Jordan Spieth.
Eduard Rousaud con Michael Greller, caddie de Jordan Spieth.

El barcelonés se ha limitado a darle las gracias. Las gracias por permitir que su generación y otras más pequeñas -que no le han visto ganar esos Majors- estén disfrutando de ese gran jugador que fue. Las gracias por haber trabajado tan duro para llegar de nuevo a este nivel y que cada domingo se ponga delante de la televisión esperando esos grandes golpes y sus victorias. También le ha preguntado por ese domingo tan especial en el Tour Championship. El estadounidense ha charlado con él como si le conociese de toda la vida. No ha escatimado en tiempo y le ha dicho que el domingo fue tremendo, que la gente estuvo increíble. Y por supuesto le ha dado las gracias por las palabras tan bonitas que le ha dedicado.

Qué bonita es la Ryder y que historias nos deja.