Se acerca la semana del Masters. Lo voy a ver desde el primer minuto, tranquilo, en mi casa. Nada como sentarse delante de la televisión cinco minutos antes de que comience la retransmisión, con un buen vaso de Coca Cola Zero con hielo, unas patatitas, un poco de jamón y fuet cortado bien finito… Nada me hará cambiar el plan durante los cuatro días.
«Entre los candidatos a ganar el Masters veo a Sergio García, Dustin Johnson, Justin Thomas, Rory McIlroy… y Tiger»
Y es que se presenta un Masters muy igualado, con muchos candidatos. Diez o doce, diría yo, entre los que veo a Sergio García, Dustin Johnson, Justin Thomas o Rory McIlroy. Después tenemos a ‘outsiders’ de mucha calidad, entre los que habría que poner a Alex Noren o a Rafa Cabrera Bello. No creo que Jon Rahm sea un claro candidato, pero es un ‘outsider’ muy bueno, que puede dar mucha guerra.
«Me haría muy feliz que Tiger estuviera ahí el domingo del Masters»
Pero por lo que se ha visto en las últimas semanas uno de esos diez o doce candidatos está en boca de todos y es alguien muy especial. Tiger Woods. Me haría muy feliz que estuviera ahí el domingo. Yo no empecé a jugar al golf por Tiger, pero seguramente muchos como yo se enamoraron de la competición viendo jugar a Tiger. Fuera de los ‘majors’ sólo hay dos razones por las cuales yo pueda sentarme a ver golf: una es que un amigo mío se esté jugando un torneo; y la otra es que esté jugando Tiger Woods.
