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La machada, unos gritos en el túnel y el mejor momento del año

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Pep Anglés, durante el Andalucía Valderrama Masters. © Golffile | Eoin Clarke
Pep Anglés, durante el Andalucía Valderrama Masters. © Golffile | Eoin Clarke

No hay duda de que torneos como el Andalucía Valderrama Masters son un auténtico desafío para la cabeza. A la exigencia del campo, que requiere si cabe aún más concentración que otros, se unió una concatenación de suspensiones y reanudaciones con la que fue muy difícil lidiar. Os lo aseguro. Si a este cóctel, además, le añades que estás en una situación delicada, luchando por mantener la tarjeta o conseguir algún estatus para el año que viene, el examen comienza a ser muy duro.

Pep Anglés pega el segundo golpe en el hoyo 10 durante el Andalucía Valderrama Masters. © Golffile | Eoin Clarke
Pep Anglés pega el segundo golpe en el hoyo 10 durante el Andalucía Valderrama Masters. © Golffile | Eoin Clarke

Ya os adelanto que salí muy contento del torneo. Reforzado. Confiado. Convencido de que estoy en el mejor momento de la temporada, con mi swing a punto y mentalmente listo. Sin embargo, os quiero contar cómo fueron los dos últimos días para que entendáis desde fuera todo lo que puede pasar durante un torneo.

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Fue una pena la suspensión del domingo. Estaba lanzado, jugando muy bien, en la zona como suele decirse. Iba cinco bajo par, de libro, pero sin darle muchas vueltas a la cabeza. Mi objetivo al salir era hacerme un siete bajo par, porque pensaba que ese resultado me podría dar alguna opción de mantener la tarjeta, pero claro, cuando llega el parón y, además, hay una noche de por medio, la mente se dispara…

La bocina de suspensión sonó cuando tenía un putt de ocho metros de birdie en el 3, así que empiezas sin querer a hacer cuentas y me puse a pensar que igual podía hacer un nueve bajo par en el día

Iba cinco bajo par en el día y me quedaban siete hoyos. La verdad es que no dormí muy bien esa noche. La bocina de suspensión sonó cuando tenía un putt de ocho metros de birdie en el 3, así que empiezas sin querer a hacer cuentas y me puse a pensar que igual podía hacer un nueve bajo par en el día, cuatro birdies más en los seis que me quedaban, terminar con seis bajo par en el total y, por qué no, acabar segundo. Sabía que Sergio García era inalcanzable, pero de manera casi inconsciente te pones a soñar con una vuelta de escándalo (estaba jugando realmente bien) y con la idea de que podía hacer la machada de salvar la tarjeta. Igual pensé demasiado…

Lo que pasa cuando Anglés pone el motor a 300 km/h…

Ya el lunes, durante la sesión de calentamiento, el swing no fluía igual. El vuelo de la bola era distinto. Decidí jugar más conservador y agarrarme al juego corto para hacer los birdies. No empezó mal la cosa. En el 4 hice birdie y en el 5 y 6 tiré buenos putts de birdie, aunque no entraron…

En el tee del 7, justo antes de pegar a la bola, se escucharon unos gritos que venían del túnel que separa ese tee del green del hoyo 6

El problema llegó en el 7. Si me veis por el campo, yo soy un jugador que voy muy, muy concentrado, y no es nada fácil sacarme de ese estado. Sin embargo, en el tee del 7, justo antes de pegar a la bola, se escucharon unos gritos que venían del túnel que separa ese tee del green del hoyo 6. Era una mujer de seguridad que estaba al otro lado del túnel diciéndole a una persona que no podía aparcar donde lo estaba haciendo. Obviamente, la señora de seguridad no tiene culpa de nada. No se daba cuenta de que el túnel estaba creando un efecto de altavoz y era imposible concentrarse en el golpe. Traté de que no me afectara, me quité hasta cuatro veces de la bola, y al final le pedí a una persona del público que por favor fuera a hablar con la señora para explicarle lo que estaba pasando. Después me puse y lo que suele ocurrir en estos casos, hice el peor swing de la semana y seguramente del mes… La bola se me fue a la derecha, el viento se la llevó aún más y acabó en un arbusto perdida. Sólo para que veáis lo que puede pasar en un torneo. De hecho, la señora no tiene culpa de nada, yo debía haber conseguido concentrarme de nuevo y pegar un buen golpe y no lo hice.

Una semana única para Cañi, Anglés y casi para Gonzalo…

La segunda bola también se me fue a la derecha y se me quedó muy mal. Intenté un golpe imposible y acabé haciendo un doloroso cuádruple bogey. Fallé también el golpe de salida en el 8 y acabé con bogey, pero termine con un gran birdie en el 9, jugando el hoyo de libro, con un drive de 280 metros al centro de la calle y un gran wedge que no metí de milagro. El sueño de la machada se había esfumado, pero me marché muy orgulloso por ser capaz de acabar con birdie después de lo que había pasado. Fue una gran reacción. Me quedo con eso.

El sueño de la machada se había esfumado, pero me marché muy orgulloso por ser capaz de acabar con birdie después de lo que

También me di cuenta de que he estado un poco verde cuando me he visto arriba en los últimos torneos. En Portugal, cuando me metí incluso con opciones de ganar el torneo, cometí errores, en el Dunhill Links, cuando me puse top 20 el viernes, también fallé y en Valderrama ocurrió lo que os acabo de comentar en el hoyo 7. Es falta de experiencia. Al fin y al cabo, no estaba arriba en un torneo desde Sicilia en 2017 y eso se nota… Es un peaje que hay que pagar.

Así quedó resuelto el drama de la tarjeta en el Andalucía Valderrama Masters

De todos modos, como os he dicho estoy contento con mi juego y mi momento. Estoy en el mejor tramo de la temporada, después de un año en el que ha habido de todo, problemas personales, con los caddies, cambios técnicos que ha costado asentar y cosas que igual desde fuera no se ven, pero que afectan. Ahora estoy a tope para afrontar la Escuela. Me toca la segunda fase en Alenda Golf. Iré allí el martes, con Edu, un amigo mío que es coach de pádel, de caddie. Ya me hizo en el Made in Denmark y las sensaciones fueron magníficas. Lo cierto es que me encuentro muy bien de golf y fundamentalmente necesito alguien al lado que me transmita energía positiva. Con él sé que lo tengo asegurado.

Tengo muchas ganas de afrontar la segunda fase de la Escuela y la final en Lumine Golf. El año pasado me tocó una situación similar y la saqué adelante, así que a por todas.