Me gusta este campo, el Strand course del Portstewart. Y me gustan los links. Desde siempre me han gustado. Para ser honesto, no recuerdo cuál fue el primer links que jugué, siendo niño, pero sí tengo la clara conciencia de que este tipo de campos me entraron por los ojos desde la primera vez que los vi.
Creo que en los links es más complicado coger la línea correcta, seguramente porque tienes menos referencias, pero de todos modos me siento cómodo jugándolos. Al final, en los links hay que echar mano de todos los recursos que uno tenga, y creo que en ese sentido soy un jugador muy completo. Después, otra cosa es conseguir buenos resultados o no, como en todos sitios…
Esta semana, en Portstewart habrá que ver cómo viene el tiempo, porque ya se sabe que el viento suele ser una de las defensas principales de estos campos. A primera vista sí me ha dado la sensación de que puede haber resultados bajos si no sopla el viento, sobre todo por los primeros nueve hoyos, que son realmente muy bonitos.
Puesto a elegir mi links preferido de todos los que he jugado, me quedaría con Muirfield. Es cierto que puede haber otros con una estética increíble, como por ejemplo Kingsbarns, pero me quedo con Muirfield. Y también con Carnoustie. Hay algo que siempre me ha influido positivamente a la hora de estar, jugar y valorar los links, y es que son sencillamente el origen del golf. El golf era esto y se jugaba así. Creo que incluso cuando eres niño te das cuenta de eso.
