Inicio Blogs Rafa Cabrera Bello En Corea ascendí un escalón como profesional

En Corea ascendí un escalón como profesional

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Hace tiempo os comentaba que este año me había propuesto mejorar concretamente en un aspecto del juego, que tiene mucho que ver con la parte psicológica, pero no solamente con ella. Para rendir a plena satisfacción en el circuito europeo necesitas una gran capacidad de adaptación a los campos (muy diferentes unos de otros) y a las condiciones climatológicas, que también son muy cambiantes. Os contaba que a mi siempre me ha costado rendir a tope cuando hace frío o cuando llueve, por ejemplo…

¿Cómo se mejora eso? Evidentemente, hay mucho trabajo de ‘coco’. Pero también se trata, por ejemplo, de salir a entrenar con más ropa para acostumbrarte a hacer el swing en esas condiciones, que siempre es un poco más molesto.

En este sentido, el Ballantine’s Championship de la semana pasada en Corea ha sido muy importante en mi carrera. Me explico. El primer día allí fue perfecto para jugar al golf, pero el segundo día comenzaron los problemas: viento, frío, lluvia… Yo, por ejemplo, jugué los últimos ocho hoyos diluviando encima nuestro, pero aguanté muy bien, no hice ningún estropicio, me agarré al campo y jugué bien (un birdie, dos bogeys y cinco pares en esas condiciones tan malas). Estoy muy contento. El fin de semana, más de lo mismo: mucho frío y condiciones complicadas, pero aguanté muy sólido y acabé fenomenal. Fijaos lo que os digo: en realidad es la primera vez que consigo mantenerme firme y sólido en un torneo con esas condiciones de juego, así que os podéis imaginar lo bien que me siento.

El domingo jugué además junto a Gonzalo Fernández Castaño. Yo hice bogey y doble bogey en los hoyos 5 y 6… Pero desde ahí hasta el final, cuatro birdies y sin más errores. Acabé a dos golpes de los tres jugadores que disputaron el play-off de desempate, Gonzalo entre ellos. Le hicie birdies a los hoyo 16 y 18, y todavía me da rabia el putt para birdie que tiré en el 17 de unos tres metros. En fin, al final un cuarto puesto muy sufrido y bien currado durante toda la semana.