Inicio Blogs Rafa Cabrera Bello Hoy he cumplido un sueño y he aprendido algo nuevo de Augusta
Rafa Cabrera Bello nos cuenta sus sensaciones antes de jugar su segundo Masters de Augusta

Hoy he cumplido un sueño y he aprendido algo nuevo de Augusta

Compartir

Masters de Augusta, aquí estamos. Segundo año. Segundo capítulo. Empecemos por el principio. Estoy muy contento de poder estar aquí, de jugar este major, que es el primero y que siempre tiene algo especial. Hay pocos sitios en el mundo como Augusta National.

Y también estoy súper agradecido de haber podido dar una vuelta de prácticas con José María Olazábal. Siempre lo digo: una de las razones principales por las que me hice profesional fue ver a Chema ganando los Masters de 1994 y 1999, por lo que jugar hoy con él ha sido un sueño hecho realidad. Me ha transmitido un montón de buenos consejos. Es un honor.

Dar una vuelta de golf en Augusta es como aquel dicho popular: nunca te acostarás sin saber algo nuevo. Cada ronda que juegas aquí te apunta un detalle más en la libreta. Por ejemplo, hoy he descubierto que con la posición larga de bandera en el hoyo 18 fallar el golpe al búnker de la derecha puede ser un buen fallo o el infierno… hablando mal y pronto. ¿Y de qué depende? Pues de no más de dos pasos…

Si la bandera está a siete pasos del borde derecho de green, la arena no es un mal sitio para hacer el par. Ojo, que hay que hacerlo bien de todos modos, obviamente. Sin embargo, si la bandera está a cinco pasos, ya ven, apenas dos metros de diferencia, entonces el búnker es muy mal sitio. Eso me lo llevo apuntado hoy.

¿Y cómo llego de juego? Pues me encuentro bien. Es cierto que los resultados de principio de año no han sido tan buenos como los del año pasado, pero no diría que ha sido un mal comienzo. Para nada. El juego no está brillante, pero sí lo suficientemente en orden como para poder jugar bien cualquier día.

Vengo con un año de experiencia. Mi Masters del año pasado fue muy completo, habiendo jugando muy bien pero también habiendo sufrido en algún momento concreto, especialmente el tercer día. Vi cómo se transformó Augusta tras dos jornadas algo más benévolas a cuando se levantó el viento fuerte el sábado y se pusieron los greenes rápidos y duros el fin de semana. Así que el impacto que pueda producir que ocurran cosas inesperadas lo tengo aprendido. No digo que no vaya a ocurrir, que puede pasar, pero al menos no me pillará desprevenido.

En cuanto al campo, está más húmedo que el año pasado, con los greenes más lentos y la hierba más alta alrededor de green. Además, se espera viento… Y este campo con viento ya sabemos cómo puede ser…