No fue la semana soñada en Irlanda del Norte. Nunca gusta fallar el corte, y mucho menos en un torneo de la Rolex Series, pero qué os voy a contar yo de cómo es el golf que ya no sepáis. Me gustó mucho Portstewart y creo que mi nivel de juego fue lo suficientemente bueno como para haber jugado el fin de semana, pero hay semanas que salen torcidas y a mí me salió ésta.
En cualquier caso, como no hay mal que por bien no venga y, sobre todo, como siempre digo, no toca otra que mirar hacia adelante, cogí los bártulos y aproveché para jugar el domingo el campo de Royal Birkdale, la sede del Open Championship la próxima semana. Nunca lo había jugado antes y tenía ganas de tener una toma de contacto previa más tranquila, sin el ajetreo habitual de las semanas de Grande.
Para empezar, y a modo de resumen, os diré que me gustó mucho. Me parece un links muy bueno. Y para continuar, aquí os dejo una serie de notas que he apuntado en mi cabeza (y en mi libreta) sobre cómo hay que jugar Royal Birkdale.
– El posicionamiento desde tee es clave.
– Hay mucho búnker desde el tee de salida que hay que evitar.
– Hay algunos pares 4 muy competitivos con golpes muy exigentes a green.
– Ser paciente es clave. No hay pares 5 hasta los hoyo 15 y 17, así que en los últimos hoyos se pueden recuperar algunos golpes.
– De momento, el terreno está firme, aunque la bola tampoco está rodando demasiado.
– Si hace bueno esta semana, el campo se secará y estoy seguro de que jugaremos un campo guapísimo.
– La profundidad de los búnkers me parece acertada. Son hoyas, pero no ridículas, especialmente alrededor de green.
– Prácticamente todos los tiros son francos, es decir ves lo que tienes delante tuya. Hay poco golpe ciego y no creo que haya demasiados botes desafortunados como norma general.
– Desde el tee creo que premiará al prudente antes que al kamikaze.
– Te invita a pegar el drive, pero o lo pegas perfecto o te metes en problemas.
– Ir haciendo pares es bueno siempre.
– De los mejores links que he jugado, exigente, premia el bueno juego y castiga los malos golpes.