Inicio Blogs Scott Fernández Green o muerte: literal
El granadino ha podido jugar hoy solo en Royal Troon tras clasificarse ayer para el Open Championship

Green o muerte: literal

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Acabé dislocado, como perdido, estaba allí físicamente, en el Gailes Links, pero mi cabeza andaba a bastantes kilómetros. Casi parecía como si no me lo quisiera creer. Se me acercaba uno y me daba la mano, otro una palmada por la espalda, hasta Colin Montgomerie me felicitó. Pero yo seguía como en una nube. Las cuentas no salían, ya estaba hecho, tenía mi plaza en Royal Troon, pero yo seguía concentrado a mil, convencido de que tendría que salir a jugar un playoff. Debe ser lo más parecido a un estado de shock. Me había clasificado para el Open Championship, pero tardé varias horas en asimilarlo.

La felicidad es absoluta. Estoy muy contento. ¡¡Mi primer British Open!! ¡¡Mi primer major!! Y eso que no tenía claro si iba a jugar la previa. Lo dudé hasta el final. Me encontraba bien de juego, pero una parte de mi cabeza me decía que debía centrarme en el Challenge Tour y no mirar a otro lado, y la otra me decía que cómo iba a dejar pasar una oportunidad así. Hoy tengo que decir que me alegro mucho de que ganara la parte dos…

Me vine con Álvaro Velasco, hemos hecho vida juntos, entrenamos los dos el campo y creo que eso me ha ayudado mucho, porque el día de prácticas fue muy bueno. El Gailes Links no era un campo nuevo para mí, aunque no me traía precisamente buenos recuerdos. Allí jugué un British Amateur e hice +5 ó +6 para fallar el corte. Qué mejor manera de quitarme la espina…

Esta mañana, como estaba muy cerca de Royal Troon, decidí que merecía la pena pasarme y al menos tener la oportunidad de andar el campo. ¡¡Sorpresón!! Al llegar, vi que el campo ya estaba cerrado porque están en plenos preparativos para el The Open Championship, así que tenía yo mis dudas de que me dejaran andarlo. Todo lo contrario. No sólo me dijeron que podía andarlo, sino que también podía jugarlo. ¿Cómo? Me volví corriendo al hotel, cogí los palos y jugué 18 en Troon para mí solo. Bueno, en realidad los primeros cinco hoyos los hice con Oskar Arvidsson, el chico que acabó primero la previa en Gailes, pero después se fue porque perdía el avión y me quedé yo sólo en Royal Troon. Los jardineros y yo. Nadie más. Una gozada. Un lujo increíble.

El campo, efectivamente, es un campazo. Muy difícil. Va a ser muy duro. Está muy largo y yo no voy precisamente corto. Hay muchos hoyos de drive-hierro 5, drive-hierro 3. Otro ejemplo: de los pares cinco sólo se llega de dos en el 4. El resto, olvídate. Como buen links escocés me ha tocado jugar con todas las estaciones: sol, frío, lluvia, nublado… Y siempre con viento. No ha soplado mucho, pero sí era el más difícil, según me han dicho en el club. Es el que pilla en contra y de izquierda a derecha en el 1.

Hagamos un repaso rápido: el hoyo 15 es una bestia, el hoyo 11 es una bestia, el hoyo 18 es una bestia… Si caes en búnker, olvídate, a calle y gracias. Hoy, precisamente, había algunos empleados de Troon haciendo más profundos los búnkers… (jajajaja). Los greenes están duros, aunque no demasiado rápidos… todavía. Va a ser un test complicado. Habrá que jugar muy bien al golf.

Y llegamos al hoyo 8, al ‘signature’, ya sabéis el par 3 al que llaman el ‘sello de correos’, por su extrema dificultad. Son poco más de cien metros, un wedge, pero vaya hoyo… Es green o muerte. No hay más. Si no cazas green, prepárate, la recuperación es muy complicada. Y si caes en el búnker de la izquierda, despídete… En Troon lo conocen como el ‘cofre’, para que nos entendamos, el ataúd. Así que, green o muerte… literal.

Me hace mucha ilusión también jugar el Open con Jon Rahm, mi amigo y compañero en los equipos nacionales. Aprovecho para felicitarle por aquí por todo lo que está haciendo. Qué bestia. Qué bueno es. Será bonito vernos los dos por allí. Hace un año éramos pareja en un Europeo Amateur. Quién nos lo iba a decir… Será un momento muy bonito.