Inicio Experiencias Santander La alegría de saber que el futuro está asegurado
Raquel Carriedo reflexiona sobre el Santander Tour y el futuro del golf femenino español

La alegría de saber que el futuro está asegurado

Compartir

Cuando recibí la noticia de que este año tendríamos Santander Golf Tour me hizo muchísima ilusión. Siempre me ha gustado competir y el recuerdo que me había dejado el Banesto Tour era excelente. Me llevé una gran alegría y creo que todos podemos estar satisfechos de cómo va el circuito después de tres torneos.

Es cierto que es pronto, como quien dice acaba de nacer la criatura, pero los síntomas son buenos. Hay que tener paciencia y dejarlo crecer poco a poco. Por lo que me cuentan de aquí y de allá, hay varios patrocinadores interesados en embarcarse en el proyecto para la próxima temporada. Ojalá. Eso sería estupendo para el circuito, el golf y el deporte femenino en general.

El Santander Tour es una oportunidad estupenda que se abre a todas las jugadoras, y especialmente a las españolas. No hay muchas oportunidades de competir a lo largo del año, ni siquiera el Circuito Europeo tiene un calendario con muchas pruebas, así que iniciativas como el Santander vienen muy bien a todas para mantenerse en competición. No es lo mismo entrenar y dar bolas que luchar por las victorias en los torneos.

En cuanto a la organización tengo que decir que es muy buena. El Santander es un más que digno heredero del Banesto. Es muy parecido. Nos cuidan muy bien a las jugadoras, sobre todo por ese buen jamón que nos dan antes de comer… ¡¡Como para no estar encantadas!! Creo que los amateurs también están muy contentos. Nos dicen que da gusto jugar con nosotras, que se lo pasan muy bien, que aprenden, les enseñamos cosas del swing que les sirven, les ayudamos con las distancias… Tengo entendido que se lo pasan mejor que con los chicos, que somos más cercanas. Desde luego, a mi encanta que disfruten y estén a gusto.

Uno de los cambios que más he notado entre el Banesto y el Santander tiene que ver con el nivel de las jugadoras. Creo que ahora mismo tenemos una generación muy buena, muy bien preparada y que realmente vienen pisando fuerte. Desde luego, nos lo ponen muy difícil. Yo soy muy competidora, pero tengo ya 45 años y se nota la diferencia de competir con chicas de veinte. Notó que hay cada vez más nivel. En el Banesto gané tres pruebas y la Orden de Mérito y aquí de momento mi mejor resultado fue un cuarto en el Zaudín, en Sevilla, que me supo muy bien.

Como os digo, soy muy competitiva y me gusta estar arriba. Me voy a dar este año y si veo que no puedo estar luchando por los primeros puestos como a mí me gustaría, igual es que ha llegado el momento de dejarlo para el próximo año. Ya veremos. El tiempo y el golf irán dictando sentencia. Tampoco me puedo pedir mucho más. Me dedico a la enseñanza y tengo dos hijos. Apenas puedo entrenar salvo a salto de mata, un cubo de bolas entre clase y clase, quince minutos que bajo y pateo un poco, pero no mucho más…

Pase lo pase y decida lo que decida cuando acabe el año, lo que sí tengo claro es que el futuro del golf español está más que asegurado. Vienen jugadoras muy buenas que nos van a dar muchas alegrías y me encanta. Para mí es un orgullo y una satisfacción. Hay que tener en cuenta que cuando yo estaba al máximo nivel éramos muy pocas. Ahora no. Ahí están Carlota Ciganda, Belén Mozo, Azahara Muñoz o Recari en Estados Unidos; Nuria Iturrios, Noemí Jiménez, Natalia Escuriola en Europa, por citar sólo algunas. Hay futuro y es brillante. Una alegría.