Ruido de aeropuerto de fondo. Adriá Arnaus atiende la llamada de Tengolf a escasos metros de su puerta de embarque. Viaja a Cancún con escala en Madrid para comenzar la próxima temporada. El jueves se estrena en el PGA Tour. Juega el Mayakoba Golf Classic.
Sí, no se equivocan, sólo han pasado dos días desde que terminaba el curso anterior con victoria en la final del Challenge Tour en Ras Al Khaimah. Es la vida del golfista profesional. No es sencillo digerir las cosas a esta velocidad de vértigo, pero Arnaus lo consigue. Tiene los pies muy bien asentados en el suelo y transmite tranquilidad, seguridad y aplomo en cada frase. Es la ventaja de quien disfruta cada minuto de lo que hace.
Crónica | Dos orejas, rabo y puerta grande para Adriá Arnaus
Vaya manera de acabar la temporada, te empeñaste en ganar un torneo y terminaste consiguiéndolo…
Ha sido todo bastante especial. Cuando acabamos en China no merecía la pena volver a España para una semana y paramos en Dubai a preparar la final. Los primeros días fueron de calma y relax, hasta fuimos a un parque acuático. Después, hemos entrenado y jugado en varios campos de allí. Todo era muy nuevo para mí porque nunca había estado en Dubai. Nacho (Garrido, su entrenador) llegó el viernes y entrenamos bien en muy buenos campos. En Ras Al Khaimah la sensación ha sido fenomenal de principio a fin, incluso en el Pro Am lo pasamos muy bien, ha sido muy divertido.
Las mejores fotos de la gran victoria de Arnaus en Ras Al Khaimah
¿Cuál ha sido la clave para ganar el último torneo de la temporada?
La estrategia que planteamos con Nacho, que vino conmigo de caddie, fue tirar agresivo, pero teniendo en cuenta los riesgos y salió muy bien. Creo que lo más importante de todo ha sido poder aplicar esta semana lo que he ido aprendiendo a lo largo del año. Todas las experiencias de los torneos anteriores me han ayudado a encarar mejor las cosas cuando me he vuelto a poner en situación.
Has sido el jugador más sólido del año en el Challenge Tour, sin embargo la victoria no terminaba de llegar. ¿En algún momento sentiste ansiedad o preocupación por no rematar la faena los fines de semana?
Al principio del año sí que me pasó un poco. Hice varios top 5 y de repente empiezas a pensar de manera inconsciente a ver si puedo rematar de una vez… Sin embargo, me senté con todo mi equipo y fue clave. Recordamos que el objetivo principal no era ganar, sino lograr la tarjeta del European Tour. Así, la temporada consistía en darse oportunidades los domingos. Cada semana te demuestra que en golf no es fácil ganar, tiene su truquillo. Al final, llegamos a la conclusión de que quedar entre los cinco primeros se puede considerar una victoria. Y ese mantra me ayudó a tomarme las cosas con más tranquilidad y filosofía. A partir de ahí me centré más en el proceso y no tanto en los resultados.
“Al principio del año sí me preocupó que no llegaran las victorias, pero aprendí de todo ello y llegamos a la conclusión de que un top 5 se puede considerar una victoria”
¿De qué manera concreta te ha ayudado todo lo que has ido aprendiendo este año para ganar la Final del Challenge?
Sobre todo en tener una sensación general de cómo llevar las cosas cuando estás en esa situación. Un punto de inflexión en la temporada fue cuando acabé segundo en Francia con Joseba del Carmen (su coach mental) como caddie. Ahí vi otro saltito de calidad. Estaba enfocado en atacar cuando tenía que hacerlo. La clave son los nueve últimos hoyos del domingo. Ahí es donde tienes que jugar lo mejor que puedas. Lo importante es crearte esa oportunidad. Es la sensación de decir ahora es cuando tengo que hacerlo lo mejor que pueda.
Dicen los que te conocen y trabajan contigo que tienes una mentalidad extraordinaria para el trabajo, calmado, serio, con la cabeza sobre los hombros y sin mirar el reloj cuando se trata de entrenar, ¿te ves reflejado ahí?
Dedicarle muchas horas al golf es algo fundamental para ir mejorando y creciendo como jugador. No queda otra. Lo importante es que yo disfruto con eso. A veces ni me doy cuenta de la hora que es o cuánto llevamos entrenando. Me encanta todo lo que hago. Creo que esto es mucho más importante que las horas que le echo. Desde fuera se puede ver como trabajo, pero para mí es diversión. En cuanto a la mentalidad, me considero una persona cercana, soy un deportista y me gusta mucho lo que hago, pero hay otras cosas.
“Me encanta el golf, disfruto mucho con lo que hago y a veces ni me doy cuenta que se pasan las horas cuando estoy entrenando”
En unas horas arranca una nueva temporada, ¿has tenido tiempo de pensar en nuevos objetivos?
No, realmente no. Nos tomamos el torneo de Mayakoba como un premio. Obviamente quiero ganar y hacerlo bien, pero fundamentalmente es una experiencia, una primera toma de contacto con el PGA Tour, para coger sensaciones y ver qué tal me siento en ese circuito. De momento, no tengo números en la cabeza, ni objetivos para esta temporada ya que todavía estamos saliendo del año anterior. Cuando llegue Hong Kong, primera cita del European Tour, ya habrá tiempo para pensar.
“Nos tomamos el torneo de Mayakoba como un premio, aunque quiero ganar y hacerlo bien”
¿Tienes claro el calendario de aquí a final de año?
Después de Mayakoba juego en Hong Kong, Mauricio, descanso la semana del Open de Sudáfrica y juego el Alfred Dunhill Championship en Leopard Creek. A partir de ahí tendremos un descanso mayor y habrá que esperar a lo que pueda jugar en la Gira del Desierto. Ojalá pueda entrar en Abu Dhabi, ya sea por ránking o con una invitación. Imagino que esta victoria puede ayudar.
“Nacho Garrido sabe de golf como para escribir un libro”
¿Cuál es el papel de Nacho Garrido en tu evolución como jugador?
Lo primero que tengo es un agradecimiento enorme hacia él por lo que se ha involucrado conmigo, viniendo incluso al último torneo del año para ayudarme. Nacho sabe de golf para escribir un libro. A principios de temporada me ayudó técnicamente y después, sin dejar de lado totalmente ese tema, nos hemos centrado más en la competición y la estrategia en el campo. Poco a poco vemos las cosas parecidas. En los primeros torneos que estuvo conmigo era él quien me iba diciendo cómo veía cada golpe y la semana pasada en Ras Al Khaimah era yo quien se lo decía. Transmite mucha experiencia y ya estamos trabajando para seguir mejorando. No es una cuestión de reinventarse, sino ir cada vez a más en cada parcela.
¿Hay algo de tu evolución como jugador que te haya sorprendido más?
Una de las cosas que demuestra que voy por buen camino es que ya no soy simplemente un pegador. La pongo en la calle muy a menudo y la verdad es que ido mejorando mucho en todas las facetas. Ha sido un crecimiento paulatino para conseguir que el salto al European Tour sea lo más pequeño posible y esté listo. Sabemos que los campos no se preparan igual, pero creo que estamos en una línea muy buena.
“Ojalá el domingo en Mayokaba pueda estar peleando por la victoria con Cameron Champ”
Dos nombres propios: el primero es Cameron Champ, compañero tuyo en la Universidad Texas A&M, ¿te ves peleando con él por las victorias en el PGA Tour?
No veo por qué no. Es un gran jugador y estoy muy contento de lo que está consiguiendo. Este año ganó en el Web y ahora ha vencido en su segundo torneo en el PGA Tour. Es increíble. Compartimos dos años en el equipo de golf de la universidad y ahora no hablamos mucho, pero lo veré en Mayakoba. Será muy chulo. A ver si podemos jugar alguna vuelta de prácticas juntos y ojalá el domingo podamos estar peleando los dos por la victoria.
¿Qué te parece que te comparen con Jon Rahm?
Es un honor que me comparen con Jon. Es un jugador Ryder, un top ten mundial asentado, ha ganado en el PGA Tour y el European Tour… No puedo decir otra cosa. En un honor enorme. No deja de ser una persona con la que he compartido mucho como amateur porque tenemos la misma edad. Ojalá pronto podamos estar jugando juntos otra vez.
