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Del Moral vio cómo soplaba y se puso las pinturas de guerra

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Carlos del Moral pega el golpe de salida en el tee del hoyo 18. © Juanje Quirós
Carlos del Moral pega el golpe de salida en el tee del hoyo 18. © Juanje Quirós

Poniente en Valle Romano. Rachas por encima de los 35 kilómetros por hora. Cuchillo entre los dientes. Supervivencia. Pura y dura. Como un British Open, pero con sol, África y el Mediterráneo de fondo. Una gozada para el espectador. Un martirio chino para los jugadores. Sangre, sudor y lágrimas. Más de uno terminó la vuelta y llevaba cara de haber corrido la Titan Desert. La primera ronda del Andalucía Costa del Sol Match Play 9 es de las que se recuerdan en el tiempo, de las que dejan huella en los jugadores.

Apenas treinta golfistas consiguieron ganar al campo, de los cuales sólo diez jugaban por la tarde. Sopló con intensidad todo el día en el recorrido de Estepona, pero por la tarde incluso fue más duro. Ahí están los resultados para reflejarlo. Entre los nueve primeros clasificados, dos salieron en el turno vespertino, Dale Whitnell (-4), que logró cazar a los líderes de la mañana, Jordan Zunic, Ugo Coussaud, Marcus Mohr y Simon Forsstrom, y Carlos del Moral (-3). Enorme vuelta del valenciano.

Fede Paez, director del torneo, mide el viento en el green del hoyo 18. © Tengolf
Fede Paez, director del torneo, mide el viento en el green del hoyo 18. © Tengolf

Del Moral se plantó en el tee del 10, vio cómo estaba soplando y empezó a dibujarse pinturas de guerra en la cara. “Aquí, con este viento, si empiezas a jugar conservador, con hierro, protegiéndote, el campo te acaba comiendo. No quedaba otra que dar la cara y jugar de frente. He pegado drive cada vez que he podido y a por todas”, aseguraba tras firmar la excelente tarjeta de 68 golpes. La estrategia de gallo le ha salido a las mil maravillas. Ahí están sus ocho birdies para acreditarlo. Un acierto. Los bogeys iban a caer por castigo, así que había que intentar sacar partido allá donde se pudiera. Su birdie en el hoyo 9 para acabar, con un hierro 4 de salida, ha sido espectacular. Hoy sólo se han hecho tres en este duro par 3.

“Aquí, con este viento, si empiezas a jugar conservador, con hierro, protegiéndote, el campo te acaba comiendo. No quedaba otra que dar la cara y jugar de frente. He pegado drive cada vez que he podido y a por todas”

Carlos se ha colocado a un golpe de los líderes y mañana juega por la mañana. Una excelente maniobra, aunque aún hay que remar. La previsión dice que el viernes será muy parecido. La única diferencia es que parece probable que por la tarde, a última hora, baje un poco el viento porque empezará a rolar a levante. Así, los últimos partidos pueden tener algo de suerte. Para el fin de semana se espera una situación más tranquila. Soplará, porque aquí siempre sopla, pero no con tanta fuerza. “Nosotros jugamos todos los domingos aquí desde hace siete años y nunca habíamos visto un viento así”, aseguraban dos lugareños en el camino que separa los greenes del 9 y el 18.

Otra gran maniobra ha sido la de Jacobo Pastor (-2). Muy buena vuelta del madrileño. Mucho mérito. Salía en el último partido y no sólo le ha tocado lidiar con el viento en su máximo esplendor, sino que se ha comido un retraso a la hora de salir de 45 minutos. Si a eso le unimos las casi cinco horas y media que se ha tardado en jugar los 18 hoyos, el resultado es una eternidad. Hay que tener mucha paciencia para pelear en esta situación. Paciencia y un ‘stinger’ que se ha sacado de la manga que es una maravilla. En el 16 pegaba uno escandaloso, a lo Tiger Woods. “Aún me da mucho miedo pegar esa bola. Me la enseñó Ángel Hidalgo en Egipto, pero no me atrevía a probarla. Empecé a practicarla en un torneo del circuito de Madrid, la primera me salió muy bien, pero la segunda, por ejemplo, la pegué por arriba, me hice daño y se quedó muy corta. Recuerdo también a Guido Migliozzi pegando una bola parecida en el hoyo 17 el año pasado en este mismo campo. Espectacular, con el tee un poco levantado…”. Hoy Migliozzi tiene dos victorias del European Tour.

Sebastián García Rodríguez (-1) ha sido el tercer español que ha conseguido jugar bajo par, aunque el madrileño jugaba por la mañana, lo que no quiere decir que fuera fácil. A partir de aquí, hay que mirar hasta el puesto 64, que es lo que cuenta, ya que son los que pasarán a la fase match play. Ahora mismo, ese puesto está ubicado en +2 y mañana, con este mismo viento, bien se podría ir a +4 ó +5. En +2 o mejor, además de los tres citados, están Manu Elvira (+1), Santi Tarrío (+1), Ángel Hidalgo (+2), Mario Beltrán (+2), Pep Anglés (+2), Alfredo García Heredia (+2), Carlos Pigem (+2) y Juan Sarasti (+2). No está mal. Un buen contingente.

Cuando decimos que ha sido una jornada de supervivencia no es ninguna broma. El francés Clement Berardo se quedaba sin bolas en el tee del hoyo 16 y se marchaba a casa. Pep Anglés, en el hoyo 1, par 5 con un pronunciado dog leg a la ziquierda, se iba fuera de límites por la derecha. Para eso se tiene que volar no sólo la calle del uno y su rough, sino también todo el par 3 del 2. Tanto soplaba el viento que en ese mismo hoyo 1 hay jugadores que han tirado a green de uno y han aprochado… Es decir, hasta se podría haber visto un hoyo en uno en un par 5, algo que hasta donde nosotros sabemos ni siquiera tiene un nombre asignado…

Así ha sido la batalla de Valle Romano y mañana se espera más. Pinturas de guerra.

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2 COMENTARIOS

    • Hola, sí, jugaba, pero se retiró antes de empezar por una fiebre alta. Un saludo!

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