Al golf español le ha salido un día torcido en el Swedish Challenge, casi se mire por donde se mire. Comenzando, claro, por la complicada jornada de quien salía líder, Adri Arnaus (-5), y terminaba lejos de la cabeza después de firmar una tarjeta de 75 golpes, tres sobre par en el día, en el Katrineholms Golf Club (Katrineholm, Suecia).
Adri Arnaus pasa como un ciclón en Suecia
Arrancaba Arnaus como había acabado en la ronda anterior, con un birdie en el hoyo 1. Sin embargo, pronto iba a saber el español que las cosas no marchaban de igual manera. Aquel golf fluido y fácil de hace unas horas ya no lo era tanto, los errores se intercalaban y comenzaban a llegar los bogeys, al principio poco a poco, luego con más profusión, hasta seis al final de la ronda. La buena noticia es que Arnaus afrontará el fin de semana a cinco golpes del nuevo líder, el galés Max Orrin (-10), con margen de maniobra suficiente como para asaltar de nuevo las primeras plazas.
Borja Virto (-5) también va a partir a esa distancia. El navarro mantenía el buen ritmo de birdies del jueves, pero intercalaba asimismo dos dobles bogeys que frenaban su ímpetu y la escalada, uno en el primer tercio de la vuelta, saliendo por el hoyo 10, y otro en el último, cuando le estaba dando la vuelta a la situación. Pese a todo, entregaba una meritoria tarjeta por debajo del par (71).
Hasta Mario Galiano (-3), que estaba completando una vuelta fantástica, con un parcial de cuatro menos en 15 hoyos, se marchaba del campo con un sabor amargo al finalizar con dos bogeys en los tres últimos hoyos, los dos únicos borrones en su tarjeta.
Aquí no termina el asunto. Juan Sarasti (-1) y Emilio Cuartero (PAR), situados más que decentemente después de la primera jornada, se han quedado fuera del corte tras cerrar sendas rondas de 74 y 75 golpes, mientras que Javier Sainz (+1) no podía hacer bueno o darle la suficiente continuidad a un sobresaliente arranque de vuelta, con tres birdies en los cuatro primeros hoyos, y se quedaba algo corto en su intento de remontada, meritorio y decidido en todo caso.
Lo dicho: mañana será otro día, afortunadamente, y la situación de los tres españoles que han pasado el corte no es desesperada. Todavía tienen mucho que hacer y decir.
