Entrevista: Pedro Oriol y el (mal) sueño americano

Pedro Oriol ha arrancado con fuerza una nueva temporada en el Challenge Tour demostrando y demostrándose a sí mismo que no hay que dejar de luchar para llegar a lo más alto. Por sus formas, su apellido y el logo que luce en la ropa, alguien podría pensar que es un tío que juega al golf por diversión porque tiene la vida solucionada. Y nada más lejos de la realidad. Aquí las apariencias engañan porque para Pedro, como para muchos otros profesionales, el golf no ha sido un camino de rosas. Cayó a la piscina, tocó fondo y ha cogido impulso para enfrentarse a una nueva temporada en el Challenge Tour.

Después de un año muy duro, el en el que tuvo que hacer un parón de desconexión, vuelve con ganas de romper ese muro que le impide mantenerse en el Tour Europeo y consolidarse a través del Challenge: “Hay que reconocer que es duro, pero es cuestión de mentalizarse. Es un circuito en el que lo más importante es el putt, y es en lo que yo he estado flojete los últimos años; por eso me quemé y tuve que desconectar”.

El putt, ahí donde se ganan los torneos y que tanto te puede traicionar… pero curiosamente éste nunca había sido el talón de Aquiles de Pedro, todo lo contrario. Cualquiera de sus compañeros de su época como amateur, dirán que era de los mejores pateadores del equipo. Y sin embargo ahora es su gran frustración. ¿El motivo? Alguna respuesta la podemos encontrar en Arizona.

Fue un año muy duro el entrenador presionaba mucho y cuando tenía un mal día nos hacía sentir como una autentica mierda

Pedro fue de esos chicos que empezó a jugar al golf por tradición familiar, se le dio bien, se le dio mejor, ganó torneos en todas las categorías e hizo la progresión clásica y soñada por muchos, que culmina en una universidad norteamericana, en este caso, en Arizona. Hasta ahí todo bien. Sin embargo el sueño americano pasó a convertirse más bien en pesadilla. “Fue un año muy duro, tenía un ambiente raro, un entrenador que presionaba mucho, y a mí eso me gusta, me motiva, pero cuando tenía un mal día, de esos que no te sale nada, nos hacía sentir como una auténtica mierda. Fue muy duro y empecé a tener crisis de ansiedad. Y no soy una persona que no pueda controlar la presión por el campo, ¡para nada! Hasta ese momento, controlaba todas las facetas del juego, rendía fenomenal bajo presión, esas situaciones me motivaban”.

“A partir de ahí empezaron a ser más frecuentes las crisis de ansiedad. Tuve una cuando iba ganando la Biarritz Cup y acabé perdiendo por 8 golpes. Me tuvieron que llevar al hospital. Allí, una enfermera que me daba conversación me preguntó por Estados Unidos, le conté un poco por encima y me dijo, “¿Y pa qué te vuelves, con lo que te está pasando?” Y dije, pues tiene toda la razón. Creo que necesitaba que alguien ajeno me abriese los ojos y tomé la decisión de dejar la carrera allí. Estaba tan mal que tuve que renunciar a jugar el Europeo por equipos y aquello fue muy duro”.

“¡¡¡Llegué a tener yips en el bunker!!!! A no controlar la presión, a no gestionarme bien… a entrar en un bucle de pensamientos negativos que no me permitían jugar al golf. Llevo años arrastrando mi ansiedad… ha habido épocas mejores y peores y, por suerte, hace cuatro años que no me pasa, pero me está costando volver a mi juego de amateur, a disfrutar.

En los últimos cuatro años ha habido de todo. No me fue bien el juego corto y perdí mucha confianza en mí mismo. 2015 fue mi mejor año, jugué muy bien en el Tour Europeo pero el último tercio del año pateé mal y me quemé.

Toda esta situación me fue desbordando, no me salían los resultados y a eso se unió una difícil situación personal, toqué fondo y tuve que desconectar, dejar el golf durante un mes, no coger un palo y refugiarme en las olas, en el surf, mi otra pasión, porque el golf lo sigue siendo aunque me juegue malas pasadas. Jamás había estado tanto tiempo sin jugar”.

Pero desde que dejó su etapa amateur lucha por recuperar ese golf que le hacía disfrutar, acudiendo donde y a quien sea necesario para volver a su mejor toque, incluso a Estados Unidos: “Siempre he buscado apoyo con buenos entrenadores, incluso me fui a San Diego con Ricardo Relinque y él me recomendó empezar a trabajar con Marta Figueras-Dotti, que ha sido un gran apoyo profesional y personal. Ella cree mucho en mi juego, que tengo todo lo necesario para triunfar y ahora soy yo el que tengo que dar el do de pecho. Haré unos cambios y estoy deseando dar ese do de pecho pronto”.

Veo a Nacho Elvira, a Rafa Cabrera… ganando en el Circuito Europeo y me muero de envidia, pero de la sana, ¿eh?

Y así seguir los pasos de compañeros suyos que triunfan en el Tour Europeo: “Veo a Nacho Elvira, a Rafa Cabrera… ganando en el Circuito Europeo y me muero de envidia, pero de la sana, ¿eh? Sé que tengo que romper ese muro que parece imposible, pero voy a lograrlo”.

Llamarme Oriol no quiere decir que haya tenido una vida fácil y de color de rosa

La vida de todo profesional de golf es dura. “Llamarme Oriol no quiere decir que haya tenido una vida fácil y de color de rosa. Yo lo veo en los ojos de los demás, parece que no necesitas nada y lo necesitas como todos. No me han regalado nada. Me siento un auténtico privilegiado por tener una familia magnífica, unos padres y hermanos sanos, amigos estupendos y distracciones las que quieras…”.

No soy anti Barça, nunca lo he sido, pero no me gusta nada lo que se están metiendo en política y con los árbitros

No se considera un gran lector y sin embargo reconoce que siempre tiene un libro cerca: “Mi favorito es ‘El último encuentro’ de Sandor Marai, aunque cada vez que Ruiz Zafón saca un libro, me lo devoro”. Le apasionan Mark Knopfler y Sabina y es absolutamente merengón: “Cristiano puede ser un poco egocéntrico, pero es que le ha dado mucho al Real Madrid, tiene más goles que partidos disputados y no muchos pueden decir eso. Vendría bien que fuese un poco más generoso con sus compañeros en el campo, pero es un grandísimo jugador. Me encanta también Marcelo, creo que ahora mismo es el mejor lateral izquierdo del mundo, el que más talento tiene. No soy anti Barça, nunca lo he sido, pero no me gusta nada lo que se están metiendo en política y con los árbitros. Y al Atleti le tengo mucho cariño. Simeone es un entrenador como la copa de un pino, es un tío que sabe llevar muy bien a los deportistas. Siempre quiero que ganen, menos cuando juegan contra el Real Madrid, claro”.

Con clase. Y con la misma clase y elegancia tratará de romper ese muro que, periódicamente se le ha levantado entre el Tour Europeo y el Challenge, enfrentándose una temporada más a este circuito donde va a por todas y con la cabeza bien alta. “Lo que me importa es jugar bien al golf. Estoy en un proceso de cambios con el objetivo de volver a los orígenes y disfrutar del golf, y si es posible, volver a ganar”.

Estoy en un proceso de cambios con el objetivo de volver a los orígenes y disfrutar del golf

Es una delicia charlar un rato con Pedro y descubrir a un tío estupendo, que fue capaz de dar un concierto de violín solo delante de un auditorio con 10 añitos, que se arranca con facilidad por bulerías, y que tiene un sueño nada ambicioso sino absolutamente real: demostrar en el Tour Europeo lo que ya demostró como amateur: que es un magnífico jugador de golf.