Borja Virto (-6) comparte el liderato con el luso Ricardo Santos en el Rolex Trophy una vez finalizada la primera jornada, tras firmar una ronda de 66 golpes en el Golf Club de Geneve. El navarro, no lo olvidemos, llegaba a esta exclusiva cita con el segundo peor ranking en la Road to Oman de los participantes (51º), pero de momento le está dando la vuelta a la tortilla.
Virto encadenaba tres birdies consecutivos en los hoyos 3, 4 y 5, y enseguida añadía uno más en el 7. En este tramo el jugador español sacaba el tiralíneas, dejándose opciones más bien cortas (alguna casi dada, de hecho). Después, en el hoyo 15, par 5, llegaría su gran momento de la jornada. Tras pegar una salida no demasiado larga el navarro tenía unos 250 metros a la entrada del green y decidía, ni corto ni perezoso, pegar de nuevo con el driver en la calle. El impacto fue perfecto y la bola salía directa a la bandera, pasándose unos ocho metros, para a continuación embocar ese purito y llegar a poner un parcial de -7 en lo alto de la clasificación. Un bogey en el 18 cerraba el resultado definitivo, «aunque yo creía que había acabado -5 y cuando vi el -6, estaba feliz», señalaba el jugador.
Lo cierto es que la representación española ha brillado con luz propia. Al liderato de Virto hay que unir sendas vueltas notables de Scott Fernández (-3) y Pedro Oriol (-2), que están también desde el inicio metidos en la pelea. El granadino venía encendido (siete birdies y dos bogeys en los primeros doce hoyos) pero un doble bogey en el 13 lo frenaba, para a continuación cerrar la vuelta con cinco pares seguidos.
Las tres siguientes rondas, cada profesional juega con tres amateurs, en un formato nada habitual al que hay que saberse adaptar. Virto, por ejemplo, está convencido de que será capaz de disfrutarlo a la vez que defiende el liderato…
