José María Olazábal (-5) ha ofrecido hoy una lección extraordinaria de cómo hay que recuperar en un campo de golf…
Ha tenido problemas desde el tee, pero ha salido de todas las dificultades con un repertorio excepcional de golpes desde el rough, de juego alrededor de green y de brillantez con el putter. De manual.
Hay que reconocer que una jornada así de golf agota al más pintado. Los jugadores huyen de tanto sufrimiento, pero para el espectador es una gozada. Disfrutas de cada golpe, ves cosas nuevas y, en definitiva, vuelves al golf de hace unos años. Sí, al del gran Seve.
Ha metido putts de todos los colores, ya sea para birdie o para par. Un buen resumen de la jornada de golf que ha vivido Olazábal ha sido el hoyo 7. Así lo describía el de Fuenterrabía: "He pegado un auténtico 'mantazo' desde el tee, con todas las letras. La bola se ha metido en un arbusto y me he metido dentro para intentar sacarla a calle. He tirado de toda la flexibilidad que puede tener un hombre de 42 años. Después he dado un hierro 8, se ha quedado a unos ocho o nueve metros de la bandera y la he metido. He hecho el gesto de querer tirarme a la piscina porque he visto que hoy era el día en el que pasara lo que pasara al final salía bien", señalaba Olazábal tras su vuelta. Incluso, el jugador vasco bromeaba con su golpe desde el árbol: "si últimamente voy mucho de camuflaje…".
Pese al buen resultado, Olazábal no escondía una cierta desazón por cómo ha pegado a la bola. "Estos días en el tee de prácticas estaba más contento, sobre todo con los hierros, pero hoy no se ha visto reflejado en el campo".
Olazábal ha sido una de las grandes noticias de la mañana en Castellón, pero ha habido más. El líder es el danés Soren Kjeldsen (-7). Este jugador tiene una facilidad innata para fabricar birdies y siempre es un peligro, pese a que su fuerte no es la consistencia. Parece difícil que su resultado pueda ser mejorado por la tarde, ya que las condiciones meteorológicas han empeorado. Sigue bajando la temperatura y hay algo más de viento. La mañana ha sido muy buena. Los greenes estaban muy receptivos, pero a la vez con una buena velocidad. Además, la lluvia de ayer ha permitido que hoy se pudiera reponer la bola en calle.
A un golpe de Kjledsen se ha situado Richard Finch (-6). El inglés ha ganado dos veces este año y ya demostró el año pasado que le molan los últimos torneos del año en España. En Mallorca hizo top ten y retuvo la tarjeta con ese resultado. "Mi situación es muy distinta al año pasado. Hay que ser siempre positivo y lo mejor es que desde la semana pasada he recuperado mi mejor juego". También con -6 está Nacho Garrido.
Capítulo aparte merece Sergio García. El jugador 'local' ha hecho un -5 de mucho mérito. Empezó como una moto, con el tiralíneas, dejándolas muy cerca de bandera y acertando con el putt. Fantástico. Su juego empieza a torcerse con el golpe de salida en el hoyo 14 (el quinto de su vuelta). Acaba en el bunker, muy mal colocada y sólo puede sacarla a calle. Hace la recuperación con un golpe extraordinario. En el 16 hace bogey después de que su bola rebote contra el murete del lago y se quede injugable en el matorral. En el 17 tampoco coge el green, pero hace una grandísima recuperación desde el rough. Vuelve a recuperar en el 18 tras perder la calle. Salva el par. Sergio sufre, pero saca la raza y la calidad. Hace birdie en el 1 y bogey en el 3 y vuelve a terminar como una moto. Mete un putt de 2,5 metros en el green del 7, el 8 lo juega de libro y la deja dada para birdie y en el 9 vuelve a hacer birdie con un gran putt lejano. Su -5 es un gran resultado. Está en top ten y se confirma como uno de los grandes favoritos.
Al -5 han llegado bastantes jugadores: Bickerton, Delamontagne, Dyson y Levet.
