Phil Mickelson ha remitido hoy una nota a los medios de comunicación para pedir disculpas por lo que hizo durante la tercera ronda del US Open en Shinnecock Hills. Como recordarán, el golfista de San Diego corrió en el green del hoyo 13 para golpear una pelota que aún estaba en movimiento con el objetivo de que no se le quedara en una situación peor y aún a sabiendas de que recibiría dos golpes de penalidad.
Una acción extraña e impropia para alguien como Mickelson
Cuatro días después de aquello, Mickelson ha salido a la palestra (no quiso hablar el domingo después de la última jornada) y ha pedido perdón. “Sé que debía haber hecho esto mucho antes, pero necesitaba varios días para calmarme. Mi enfado y mi frustración sacaron lo peor de mí durante el fin de semana. Estoy avergonzado y disgustado por mis acciones. Está claro que no ha sido el mejor momento de mi vida y pido perdón”, señaló en un comunicado.
De esta manera, Mickelson confía en zanjar un asunto que ha levantado mucha polvareda. Entre periodistas y aficionados se abrió un encendido debate sobre el gesto del golfista zurdo. Hubo muchos incluso que pidieron su descalificación. Hay que recordar que Mickelson, según comentó su mujer Amy, llamó el sábado por la noche al presidente de la USGA para poner su cabeza en una bandeja, es decir, para comentarle que si pensaban que debían descalificarlo, lo entendería y no habría ningún problema. En esa misma conversación, les pidió que si finalmente no lo descalificaban, como así sucedió, remitieran una nota explicando la razones por las que únicamente se le impuso dos golpes de penalidad, algo que hizo la USGA el domingo por la mañana.
Sobre Mickelson y la USGA, por Alejandro Rodríguez
Mickelson dejó el pasado sábado una de las imágenes más sorprendentes que se han visto en un torneo profesional y muchísimo tiempo y se ha visto obligado por ello a pedir disculpas.
