Paul Dunne (-7) es el líder en solitario del Turkish Airlines Open después de la primera jornada y tras firmar su mejor tarjeta de la temporada. Quizá nunca llegue a ser la estrella mundial que apuntó como amateur y, sobre todo, en aquel British Open en St. Andrews, pero el joven irlandés (cumple 26 este mes) tiene el coraje necesario y un juego corto rotundo sobre el que apoyar grandes actuaciones, como la de hoy. Merece credibilidad.
Aún más la merecen quienes se sitúan a un golpe de la cabeza: Padraig Harrington (-6), Justin Rose (-6) y Thorbjorn Olesen (-6). Acerca de sus respectivas carreras no vamos a descubrir nada, pero simplemente recordemos, por ejemplo, que Rose acumula 23 top ten en sus últimos 30 torneos y 28 en sus últimos 50, justo desde que ganara el oro olímpico en Río. El inglés, que la enchufaba desde la calle en el hoyo 4 para eagle, partía esta semana con dos objetivos madurados, asumidos y ‘oficializados’: defender con éxito un título por primera vez en su carrera y recuperar el número 1 del mundo, victoria mediante; de momento no se le puede acusar de iluso o presuntuoso…
VÍDEO | Cuando el tee de salida está a 15 segundos de tu hamaca…
Harrington anduvo luchando por el triunfo hace un año, precisamente el que se llevó el inglés y por el que anduvo peleando asimismo el danés… Vamos, que el recorrido del Regnum Carya Golf (Antalya, Turquía) les entra por el ojo, como suele decirse. Dos apuntes más: así como a Harrington se le ha escapado una ronda que aún podía haber sido mejor después de fallar algunos putts más bien cortos, a Rose y Olesen no se les ha visto en su mejor versión y sin embargo les ha bastado y sobrado para estar ahí arriba.
Álvaro Quirós entra en Turquía y completa el repóker de la Armada
La Armada no ha colocado a nadie en la zona alta de la tabla de momento, pero tampoco hay que hacer de menos a las tarjetas de 68 golpes de Adrián Otaegui (-3) y Pablo Larrazábal (-3), ni tampoco al 69 de Álvaro Quirós (-2). Nacho Elvira (PAR) y Jorge Campillo (+1) aún van a disponer de margen en un torneo que no tiene corte, pero necesitan espabilar, porque el ritmo de birdies, mientras no sople el viento, seguirá siendo alto y mantenido.
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Así es el Regnum Carya Golf que acoge el Turkish Airlines Open
